El holandés Tijs «Tiesto» Verwest, el segundo DJ más rentable del mundo según la revista Forbes, hizo su fortuna mezclando tracks y levantando el puño desde fines de los ’90, cuando su «trance» dejaba al sudoroso público, literalmente, en trance.
Hoy la música electrónica dejó de ser una subcultura para «ravers» y suena en radios y clubes nocturnos en una versión más masticada para el público general, entre beats de Katy Perry y Enrique Iglesias.
Pero el dance no ha muerto, dice el DJ, y su presencia en las radios es sólo otra manifestación del pop.
«Los DJs se ajustan a la música pop, y cuando los escuchamos en la radio sigue siendo pop. No es el dance que el DJ tocaría en un festival. Hay un balance entre los DJs que hacen música pop y que luego, en los sets en vivo, tienen otro ‘drop’ -cuando explota la canción- que funciona más en los festivales».
Tiesto es una de las estrellas del cartel del festival de música electrónica Ultra, que dominará Miami del viernes al domingo. Y aprovecha su visita a la ciudad para inaugurar una tienda temporal en Miami Beach.
Alto y de aspecto juvenil, el DJ habla rodeado de mochilas, camisetas y gorras con su firma, mientras los curiosos mojan la vitrina de la tienda con su aliento para intentar echarle un vistazo al rey de las pistas.
«La música, la moda y los artículos de mercadeo son ahora una sola cosa, mucho más que antes», explica el artista, que hoy tiene un espectáculo permanente en Las Vegas y fue el primero en mezclar en una inauguración olímpica, en Atenas 2004.
– Ni muy rápido ni muy lento –
Hay una conexión con la audiencia gracias a la cual los DJ, y Tiesto en particular, dominan las sensaciones de miles de personas y las transforman en un fenómeno masivo.
AFP