Estudiantes de bajos recursos no pueden pasar todo el día sin ingerir alimentos

Estudiantes se hallan contentos por retornar a clases
Con hambre no se aprende.ARCHIVO

Uno de los problemas sociales que derivan de la crisis alimentaria que atraviesa el país es la decadencia educativa. Esto debido a que entre los tantos problemas que afectan a los estudiantes, destaca que los de más bajos recursos están asistiendo a las instituciones sin haber comido antes en casa.

Aquellos tiempos en los que las cantinas de las escuelas se llenaban de niños hambrientos que compraban empanadas, tequeños, galletas y juegos, o en los que las madres les preparaban una arepa o cualquier otra merienda, todos los días, a sus representados, parecen haber quedado atrás para las familias de bajos recursos, que con dificultad solo pueden mandar al infante al colegio con el uniforme y algunos útiles escolares.

En un principio los programas de alimentación escolar sirvieron como solución al problema, sin embargo, con el pasar del tiempo la calidad fue decayendo hasta llegar a la situación actual en el que aún siguen funcionando, pero con muchas deficiencias.

El docente con tres años de experiencia, Luís Torrealba, señala que en las escuelas la mayoría de los niños son de bajos recursos y dependen de programas como el Programa de Alimentación Escolar Mirandino (MiPAE). Pero éste llega alrededor de tres veces por semana, dejando a su suerte a los estudiantes los otros dos días restantes.

Otro problema es que los días en el que llega, la comida no alcanza para todos. Así que los profesores tienen que seleccionar a los niños de más bajos recursos para que ingieran los alimentos “normalmente en un salón de 23 estudiantes llegan alimentos para seis u ocho chicos”, advierte el profesor.

Además de los graves problemas de salud que esto puede acarrear para jóvenes que están en proceso de formación, el especialista advierte que “los niños que no comen no van a comprender la clase. No van a contar ni con la energía ni la disposición de estudiar. Eso es como faltar a clase debido al malestar constante que les produce el hambre. Hay explicaciones que se pierden y la larga les va a afectar cuando vayan a ser evaluados”, advirtió.

Angel David Quintero

@AngelDQCCS

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