“Nuestros docentes han determinado que al menos 8 mil estudiantes tienen riesgo nutricional, por ello con las escuelas solidarias los sábados los estamos atendiendo”. Tal información fue precisada por el secretario de Educación, Juan Maragall, quien agregó que 120 escuelas dan alimento los sábados.
El programa que comenzó el 18 de marzo, según Maragall busca atender a esos alumnos que no tienen alimento en sus hogares; señaló que son atendidos por voluntarios que se encargan de abrir los planteles, preparar los alimentos y servir la comida.
También dijo que toda la comida que es servida llega por medio de donaciones que han conseguido; por eso esperan tener más alimentos para servir los domingos y ampliar el programa Escuela Solidaria a todo el fin de semana. Esta según Maragall es la meta del gobernador de Miranda, Henrique Capriles.
Hizo mención a que Miranda es el único estado que mantiene el programa de alimentación, apuntó que están despachando comida para tres días; sin embargo, hay escuelas que se han organizado y consiguen alimentos con comerciantes y agricultores para distribuir comida a los alumnos todos los días.
Es de referir que en las vacaciones de agosto las escuelas fueron abiertas para dar alimento a los niños de bajo recursos; con tal experiencia y viendo la necesidad, fueron abiertas 120 desde el sábado 18 de marzo.
Maragall señaló que midiendo la circunferencia del brazo izquierdo las maestras se han podido dar cuenta de la cantidad de niños que presentan déficit nutricional.
Aunque el secretario de Educación precisó que no tienen cifras exactas de la deserción, esperan obtenerla con los resultados del censo escolar 2017; refirió que según las estimaciones son al menos 9%, lo que representan 10 mil estudiantes en Miranda y 600 mil en todo el país.
Con relación a la deserción escolar, el secretario de Educación apuntó que han precisado que se debe a la escasez de la comida, ya que los padres en muchas ocasiones no tienen alimentos para mandar a sus hijos y prefieren que ahorren energía y duerman más.
También acompañan a los padres a las colas y muchas veces no cuentan con dinero para el pasaje.
Beatriz Hernández