«Parecía una guerra, toda mi familia y yo nos tiramos al piso”

Habitantes de El Valle describieron los disturbios como una batalla campal que duró hasta la madrugada, con tiroteos, saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad. 
Habitantes de El Valle describieron los disturbios como una batalla campal que duró hasta la madrugada, con tiroteos, saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Habitantes de El Valle describieron los disturbios como una batalla campal que duró hasta la madrugada de este viernes, con tiroteos, saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y la GNB.

*Uno de los propietarios de los comercios saqueados en El Paraíso se queja de la actuación de los uniformados. «No se llevaron detenidos a ninguno de los saqueadores »

“Me faltó arrodillarme ante el Guardia para pedirle que nos ayudara a evitar que saquearan la panadería y ellos respondieron que ya habían cumplido sus funciones. Les rogué, les rogué pidiendo ayuda mientras saqueaban”, dijo uno de los dueños de la panadería Millenium 2010, en la avenida Páez de El Paraíso.

Entre las 10:30 pm y 11:00 pm del pasado miércoles 19 de abril, algunos propietarios se enteraron de que estaban saqueando en la zona. Acompañados por familiares, varios se dirigieron a sus locales.

Cuando llegaron vieron por un lado una multitud de sujetos que arrasaba con todo, y por la otra un piquete de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) impávido, sin actuar.

En el local Gon Sous entraron por el techo y causaron destrozos valorados en más de 200 millones de bolívares.
Los funcionarios solo arrojaron bombas lacrimógenas, pero no se llevaron a nadie detenido por saquear al menos tres locales, uno al lado del otro.

“Eran demasiados, pero muchos, muchos. Forzaron las santamaría y se llevaron todo lo que encontraron, nos dejaron sin nada”, detalló con la voz quebrada un comerciante que pidió anonimato, tras la impotencia de ver destruida su panadería.

Dos máquinas cafeteras, rebanadoras, toda la charcutería, los motores de las neveras, las neveras, cajas registradoras, sacos de harina, de azúcar y de sal completaban el botín que se llevaron los sujetos.

Sin poder hacer nada, los dueños -quienes por seguridad no fueron identificados- decidieron irse, pues su vida corría peligro. A la altura de la plaza Madariaga, donde había más efectivos de la GNB, un grupo de encapuchados los abordó y los amenazó verbalmente. Los uniformados tampoco actuaron.

La mañana del jueves 20 de abril, los dueños de la panadería Millenium 2010 consiguieron dos máquinas amasadoras en la entrada de la Cota 905.

En la avenida Páez también saquearon a la librería City Park, un quiosquito y la cervecería-restaurante Gon Sous, muy cerca de la panadería.

De la librería se llevaron bultos, el punto de venta, mercancía de maquillaje y la caja registradora.

Destrozaron todo
Los dueños de la cervecería, quienes tampoco se identificaron por seguridad, contaron que aunque estuvieron cuando comenzó el saqueo, no pudieron hacer nada. Incluso, los sujetos encapuchados le pidieron a uno de ellos las llaves, pero él se hizo pasar por empleado.

En Gon Sous se llevaron casi todo y causaron severos daños. Los saqueadores ingresaron por el techo, abriendo un boquete. Cargaron con ollas, cubiertos, platos, comida, bebidas alcohólicas, cajas registradoras, motores de las neveras, mesas, sillas, extintores y además destrozaron mostradores, la cocina y los muebles.

“¿Qué vamos a hacer? ¿Sabes cuánto cuesta recuperar un local así, todo lo que hay que invertir y lo que hemos perdido?”, soltó uno de los propietarios, a quien se le aguaron los ojos inmediatamente.

Los saqueadores abrieron un boquete en vista de que no pudieron reventar la puerta del depósito

Su socio, también triste e indignado, comentó que ambos tienen 32 años con el local, que queda cerca del Pedagógico de Caracas.

“Lo peor de todo es que muchos de los que saquearon son clientes y uno hasta los ayudaba cuando venían a ofrecer algún artículo”, destacó.

Extraoficialmente, al menos 19 locales y quiosquitos fueron saqueados en El Paraíso, por grupos de encapuchados en horas de la noche del pasado miércoles.

Habitantes de El Valle describieron los disturbios como una batalla campal que duró hasta la madrugada

Destrozaron Aproupel
Durante los saqueos de la noche del miércoles 19 de abril también atacaron el restaurante Arturo’s, un quiosco cercado y el restaurante Los Pocitos. Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) estuvieron visitando esos comercios al día siguiente.

La Asociación de Profesores del Instituto Pedagógico de Caracas no se salvó. A las 3:00 de la mañana del jueves, un grupo de sujetos ingresó y golpeó en la cabeza al vigilante.

Además de los destrozos -reventaron vidrios y robaron trofeos- se llevaron computadoras, microondas y extintores.

«La violencia la ha sembrado el gobierno» declaró Julio Borges

20 muertos dejan tres semanas
de violentas protestas en el país

El vicepresidente Tareck El Aissami dijo que estaba en marcha «una espiral terrorista» para propiciar un «golpe de Estado»

Doce personas murieron en fuertes disturbios y saqueos que ocurrieron en la noche del jueves y al viernes en Caracas, con lo que son 20 los fallecidos en tres semanas de violentas protestas contra el presidente Nicolás Maduro.

La Fiscalía confirmó «la muerte de 11 personas» con edades de 17 a 45 años en El Valle, populoso sector de barriadas humildes del suroeste de Caracas; mientras que un muerto de bala se reportó en Petare, este, en una protesta local.

Habitantes de El Valle describieron los disturbios como una batalla campal que duró hasta la madrugada, con tiroteos, saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.

«Parecía una guerra. La guardia nacional y la policía lanzaban gases, civiles armados disparaban contra los edificios. Mi familia y yo nos tiramos al piso. Fue horrible», narró a la AFP un constructor de 33 años, quien vive en una zona céntrica del lugar.

En un hospital de maternidad, cerca de medio centenar de niños debió ser evacuado en medio del caos, bajo nubes de humo de barricadas de desechos y gases lacrimógenos.

Camiones antimotines dispersaron con gases pequeñas protestas de personas que bloquearon vías. Uno de esos vehículos fue parcialmente incendiado con cócteles molotov lanzados en medio de la oscuridad, según videos de habitantes de la zona.

«Malditos», «asesinos», gritaban vecinos desde las ventanas de los edificios a hombres vestidos de civil, que disparaban en la calle. Algunos les lanzaron botellas y piedras por la ventana, según eso videos y testigos.

Así quedó uno de los locales saqueados en El Valle la noche del jueves pasado

cusaciones mutuas

La Fiscalía confirmó además el fallecimiento, en la noche del jueves, de un hombre en el popular barrio Petare, este de Caracas, según la alcaldía local ocurrida en una protesta, con lo que suman 20 las víctimas mortales desde que iniciaron las manifestaciones el 1 de abril.

El gobierno y la oposición se responsabilizan mutuamente del desborde de la violencia, que deja además cientos de detenidos y heridos.

Según el gobierno, bandas armadas «contratadas por la oposición» atacaron el hospital materno infantil, pero sus adversarios sostienen que el desalojo se debió a los gases lanzados por la policía militarizada para controlar los disturbios.

Jorge Rodríguez, el oficialista alcalde del municipio Libertador, el mayor de Caracas, tildó a dirigentes opositores de «bestias sedientas de sangre», al asegurar que pasaron a «una etapa de terrorismo puro y simple». «Querían quemar vivos a niños y niñas», afirmó.

El vicepresidente Tareck El Aissami dijo que estaba en marcha «una espiral terrorista» para propiciar un «golpe de Estado».

Pero el líder opositor Henrique Capriles responsabilizó «a la cúpula madurista, con sus esbirros, con sus grupos paramilitares», por ordenar «una represión salvaje».

«La violencia la ha sembrado el gobierno. No puede venir ahora a escurrir su responsabilidad. ¿Cual es la solución? el voto», declaró el jefe parlamentario opositor, Julio Borges.

AFP

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