Muchos son los estudios que abalan los beneficios de la siesta. El más destacado de sus aspectos positivos es la mejora de rendimiento cognitivo, como sostienen investigadores de la Universidad de Pennsylvania en un estudio reciente. Otros estudios se centran en otros aspectos, por ejemplo, la reducción de riesgos cardiovasculares, como sostiene la doctora Teresa Lluch, responsable de la Unidad del Sueño de Hospital Quirón Murcia.
Sus investigaciones respecto a lo que la siesta se refiere afirman que es una costumbre con beneficios tales como la disminución de un 37% de posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares o el aumento de la concentración en un 34%.
A pesar de los beneficios que conlleva, la siesta también puede tener ciertos inconvenientes, como es la necesidad de un estímulo que consiga activar el cerebro. Algunos estudios publicados en los últimos años barajaban la hipótesis de que el exceso de café podía ser perjudicial para la salud. Sin embargo, un estudio realizado recientemente por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y publicado en la revista Circulation, ofrece una perspectiva diferente respecto a esta bebida.
Según Ming Ding, principal responsable de este estudio, el consumo de café, ya sea con cafeína o descafeinado, podría tener una relación inversa con la mortalidad. Gracias a su alto contenido de antioxidantes y magnesio, esta bebida reduce la resistencia a la insulina y a la inflamación sistemática.
El estudio empleó dos grupos de control: uno que tomaba café diariamente (de tres a cinco tazas) y otro que no. La reducción de enfermedades cardiovasculares, neurológicas y diabetes tipo 2 fue notable en el grupo que tomaba café (aunque fuese sin cafeína). Incluso, los niveles de suicidio eran menores, lo que se asocia a las propiedades antidepresivas que el café contiene.
Además de esta nueva información que el estudio plantea, se añade la ya conocida del café: sus beneficios en el sistema digestivo por sus altos niveles de fibra y la ayuda a la atención por la cafeína, que afecta directamente al cerebro.
Los beneficios, sin embargo, no aumentan al sobrepasar cierto nivel de consumo al día, en torno a las 5 tazas. Su exceso, en el caso de ser café con cafeína, puede causar problemas de insomnio y alteraciones del ritmo cardiaco.
Los investigadores concluyen que, como la mayor parte de los estudios, los resultados no son concluyentes y que son necesarios más años de investigación y un mayor número de estudios comparativos.
Esta nueva información contrarresta una de las pocas desventajas que se encontraban acerca de la siesta, es decir, el periodo que pasaba entre que alguien despertaba y era capaz de concentrarse. Ahora, el rechazo que ciertas personas podrían encontrar acerca de la siesta se encuentra complementado por los beneficios que trae el remedio más inmediato: el café.
