Desde el 20 de diciembre del año 2009, cuando comenzó a prestar servicio la Policía Nacional Bolivariana (PNB), la sociedad venezolana esperaba que el viejo modelo policial basado en la represión, la violación de los derechos humanos, lleno de vicios y carencias, así como fallas en su estructura interna, con inadecuada captación de personal, pésima formación, con parcialidad e influencias de todo tipo en ascensos y reconocimientos así como en las designaciones de cargos de mando y supervisión no se apreciara más en los cuerpos policiales. Los habitantes de nuestro país pensaron que todo lo anterior seria superado y además se erradicara la frecuencia con que se reportaban a funcionarios policiales cometiendo delito..
Las comunidades venezolanas se hicieron la idea de que se cumplieran con las recomendaciones aportadas por la Comisión Nacional para la Reforma Policial (CONAREPOL) que comenzó un arduo trabajo desde el año 2006, con participación de funcionarios de todos los cuerpos policiales del país y vecinos de comunidades de todo los ámbitos geográficos de nuestra nación, dichas recomendaciones dieron base a que fuera promulgado el Decreto con rango valor y fuerza de Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional, dictado por el presidente de la República en febrero del año 2008 a la que se unió la promulgación de la Ley de Estatuto de la Función Policial el 01 de diciembre del 2009, leyes que también reglamentan el funcionamiento de las policías estadales y municipales para que se iniciara la implementación del nuevo estándar en el servicio de policía.
El nuevo modelo policial se basa en principios y valores humanistas, garante del respeto a los Derechos Humanos, con una innovación del uso de la fuerza de forma progresiva y proporcional a la resistencia de cualquier ciudadano, en cualquier conflicto comunitario, con visión de la profesionalización del funcionario, así como la supervisión por parte del órgano rector, a la captación formación, ascensos, méritos otorgados, y modalidad en la ejecución ,solidario en atención a los ciudadanos con apertura de la participación de las comunidades mediante sugerencias al servicio, estableciendo la rendición de cuentas por parte de sus directores, que exige los controles internos de la institución y externos por parte de la comunidad.
Además, este modelo hace énfasis en lo que se denomina servicio de policía comunal, que se caracteriza por ser predominantemente preventivo, permanente y proactivo, de proximidad y de respuesta oportuna o inmediata, con identificación y respeto los valores así como la cultura de cada comunidad para una viable interacción con sus habitantes e instituciones locales.
Este modelo aún no se cumple en un alto porcentaje de las instituciones de policía que prestan servicio en el país, por lo cual se mantiene en deuda, con la sociedad que lo exige a diario ante los altos índices de inseguridad que la afectan, lo que debe exigirse prontamente en mi opinión por la resistencia que existe en muchos funcionarios, en conjunto con la imposición de criterios personales de autoridades nacionales, estatales y municipales para prestar el servicio de policía que trae como consecuencia que aún se mantengan los antiguos vicios y fallas institucionales dentro de los cuerpos policiales en todos los ámbitos políticos territoriales del país.