Portugal celebraba este domingo la victoria del cantante Salvador Sobral en el festival de Eurovisión, la primera para el país, cuyos dirigentes políticos, internautas y medios de comunicación felicitaron al intérprete por su triunfo en Kiev.
«Cuando somos muy buenos, somos los mejores entre los mejores. Felicidades, Salvador Sobral», lanzó el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, en un mensaje dirigido al ‘crooner’ de 27 años.
El joven, de pelo largo y barba corta, que espera un trasplante a causa de una grave insuficiencia cardiaca, debía llegar este domingo hacia las 15H00 (14H00 GMT) al aeropuerto de Lisboa, acompañado de su hermana mayor, Luisa Sobral, autora de la canción ganadora y cantante de éxito.
«Una página de la historia se ha escrito en portugués esta noche en Eurovisión. ¡Bravo Salvador! ¡Bravo Portugal!», tuiteó el sábado por la noche el primer ministro, Antonio Costa.
El cantante consiguió emocionar tanto al jurado como al público del concurso con una melancólica pieza, ‘Amar pelos dois’ (‘Amar por dos’) que, algo inusual en Eurovisión, no fue interpretada en inglés, sino en su lengua materna.
Sobral, admirador del trompetista y cantante estadounidense Chet Baker, se mantuvo fiel a su registro intimista, sin florituras, que rompe con las extravagancias habituales de espectáculo televisivo, que vieron 200 millones de personas.
– #Salvadorable –
«Es una victoria para la música, para la gente que hace música que quiere de verdad decir algo», reaccionó el cantante justo después de su triunfo en Ucrania.
«La música no es un fuego de artificio, son sentimientos, intentemos cambiar eso y volver a la música, pues eso es lo que cuenta», agregó.
Descubierto en 2009 en la versión portuguesa del programa de televisión ‘American idol’, llevó mal su repentina explosión mediática e incluso dejó de cantar poco después de salir del programa.
Ocho años después, Sobral consiguió ganarse el cariño de multitud de seguidores con su sorprendente victoria del sábado.
Con las etiquetas #Salvador o #Salvadorable, cientos de portugueses y admiradores de todo el mundo le dieron su apoyo en las redes sociales, alabando a «un artista que canta de verdad», «una revelación de la música» o «un joven lleno de sencillez y de talento».
Antes incluso de que terminara el concurso, el cantante brasileño Caetano Veloso juzgó que Sobral merecía ganar simplemente porque «es demasiado bueno».
La prensa portuguesa dedicaba un amplio espacio a la victoria del cantante luso, algo insólito, teniendo en cuenta que la mejor marca de Portugal en Eurovisión fue su sexto puesto en 1996.
Sobral copaba las portadas de los diarios, compartiendo espacio con la visita del papa Francisco, que el sábado congregó a unos 500.000 fieles en una misa en el santuario de Fátima (centro) y con la 36ª victoria del Benfica de Lisboa en la liga de fútbol portuguesa.
El sábado por la noche, la melancólica voz de Sobral también sonó durante los festejos de los hinchas del Benfica por su cuarto título consecutivo, a través de unos grandes altavoces instalados en pleno corazón de Lisboa, ciudad natal del nuevo campeón de Eurovisión.
