96 horas en resistencia cumplen manifestantes en San Antonio

Accesos a Los Salias se mantienen cerrados desde el pasado lunes
Accesos a Los Salias se mantienen cerrados desde el pasado lunes

Entrar o salir del Municipio Los Salias es tarea imposible desde el pasado lunes; ese día Venezuela participaba  en un “plantón” de 12 horas convocado por la Unidad Democrática que, a diferencia del resto del país, los sanantoñeros decidieron decretar  “indefinido”.

Desde entonces han pasado 96 horas de “resistencia”, en una maratónica semana de enfrentamientos que salda con la vida de un vecino, media docena de heridos y pérdidas millonarias causadas por saqueos y el cierre continuo de centro comerciales.  

“Voy para una semana sin poder ir a trabajar”, sentencia Richard Carrillo mientras hace la cola para comprar víveres en el Quinto, un conocido supermercado ubicado a escasos metros de la plaza Bolívar. Asegura que su “esfuerzo” es “mínimo” ante la lucha que mantienen decenas de jóvenes en la avenida Perimetral.

“No me queda otra que trabajar desde mi casa, no hay forma de salir con tantas barricadas, pero es un esfuerzo que hacemos todos por salir de este gobierno”, agrega el joven, quien admite que le frustra ver en las redes sociales e incluso los canales de televisión como en otras ciudades del país todo fluye con normalidad.

Encapuchados

Aunque cubren sus rostros con pasamontañas o franelas, en San Antonio todos los conocen. “Son nuestros chamos, son nuestro hijos que quieren conquistar un mejor país”, reseña visiblemente emocionada Lucia Pérez, residente de El Picacho.

Aunque Lucia cumple 96 horas “tragando humo y lacrimógenas” no se queja, por el contrario forma parte del comité de mujeres que diariamente le prepara arepas, jugos y otros alimentos a los chicos en resistencia.

“Es lo menos que podemos hacer”, agrega la mujer mientras entrega sándwiches a los jóvenes que descansan sobre las barricadas ubicadas en la perimetral a la altura de El Picacho. La acera está llena de gaveras con botellas convertidas en molotov e incluso en las novedosas “puputov”.

Muchos de los chicos visten de negro en honor a Diego, el sanantoñero que cayera muerto esta semana tras recibir un impacto en el pecho; “no lo conocí en persona pero es mi hermano de lucha, desde que murió hemos intensificado esta batalla”, agrega uno de los encapuchados.

Al caer la noche hacen turno, algunos vigilan en la redoma mientras otros regresan a casa para ducharse, comer y dormir un poco. “Esto es un tema de resistencia, si nosotros estamos agotados qué quedará para los guardias nacionales que deben enfrentar aquí, en Carrizal y Los Nuevos Teques”, puntualiza.

En contra

Pero no todos están de acuerdo con el método de lucha. Ingrid Sánchez aclara ante todo que no es chavista, “no me parece lógico encerrarnos nosotros mismos, el daño no se lo estamos haciendo al Gobierno sino a nuestras familias que van a cumplir una semana sin prácticamente poder hacer nada”, reseña .

Cita las guarimbas de 2014, “ya pasamos por esto, tarde o temprano se van a cansar de esto y regresaran a sus casas, entonces solo nos quedará el luto por los muertos y las pérdidas generadas por no trabajar mientras Maduro se burlará de nosotros”, dice.

Daniel Murolo

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