El día en que San Antonio se llenó de neblina lacrimónena

Durante la arremetida de la GNB en la avenida Perimetral cayó muerto Diego Arellano de 31 años de edad
Durante la arremetida de la GNB en la avenida Perimetral cayó muerto Diego Arellano de 31 años de edad

Desde la madrugada del lunes 15 de mayo los sanantoñeros se mantuvieron en las calles de este municipio altomirandino con bandera tricolor en mano atendiendo el llamado que hizo la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) al platón nacional, el cual a pesar de que duraría 12 horas se extendió hasta este martes por decisión de la sociedad civil. Saqueos, barricadas, heridos, un fallecido, enfrentamientos y represión a manifestantes por parte de los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) posicionaron en Twitter la etiqueta “San Antonio de los Altos” y “Diego Arellano de 33” durante la tarde de este martes 1 de mayo.

Normalmente, San Antonio de los Altos es una de esas ciudades que llaman ”dormitorio”, escogida por muchos caraqueños, aragueños y demás habitantes de estados y ciudades vecinas como “lugar favorito para pasear en pareja” gracias a su agradable clima, calidez de sus habitantes y la añorada neblina que cubre sus calles y avenidas. Sin embargo, este panorama ha venido cambiando durante los últimos 43 días de protesta que desarrolla la sociedad civil venezolana en contra del gobierno del actual presidente Nicolás Maduro.

Noche

La noche del 15 de mayo cerca de las 10:00 de la noche, muchas horas después de haber culminado el plantón nacional, un grupo de personas trancaron con barricadas el kilómetro 18 de la carretera Panamericana, a la altura de la populosa comunidad Francisco de Miranda que hasta la fecha no se había unido a las protestas nacionales. Esto obligó a los funcionarios de Polisalias a acercarse al lugar para dialogar con los manifestantes que allí se encontraban reteniendo el tránsito vehicular, quienes posteriormente se trasladaron hasta la sede del cuerpo policial ubicado en la entrada de la urbanización La Rosaleda de donde se retirarón luego de que los funcionarios dialogaran con ellos, según informó la comisionada Carmen Mavares de Polisalias.

Algunos conductores que circulaban por la zona denuncionaron que los protestantes que se mantenían en este tramo de la Panamericana cobraban cierta cantidad de dinero para dejarlos pasar, además de afirmar que no se veía ni un alma de la GNB. “Fue en ese momento, luego de que unos transeúntes nos informaran sobre esta situación, cuando nos acercamos a dialogar con los que allí se encontraban trancando la vía”, dijo Mavares.

Madrugada 

Durante horas de la madrugada de este martes 16 de mayo, cerca de las 4:00 am, otro grupo de encapuchados intentó saquear una panadería ubicada en la avenida Perimetral del municipio Los Salias, a la cual lograron romper algunos vidrios de las ventanas y llevarse productos de las estanterías del comercio, según informó Mavares.

Es así como San Antonio de los Altos amaneció este martes 15 de mayo cubierto de neblina, pero no provocada por el fenómeno climatológico que impera en la región y que es uno de sus principales atractivos turísticos, sino neblina proveniente de los gases lacrimógenos con que los GNB reprimían a los vecinos que amanecieron en protesta en la recta de Las Minas y que mantenían trancada la Panamericana.

Mañana

Apartamentos, conductores, comercios, centros comerciales y hasta la sede principal de los bomberos se cundieron de gases lacrimógenos que volaban por los aires en todas direcciones, lanzados por los GNB como si estuvieran festejando la llegada del año nuevo.

En la avenida Perimetral, que comunica a todo el municipio Los Salias, la situación era otra. Si bien lucía con una espesa bruma lacrimógena los vecinos, jóvenes, niños, madres, padres y hasta abuelos luchaban, corrían, gritaban y esperaban a que uno de los muchachos, llamados guerreros, solicitara cualquier tipo de ayuda. A los gritos de “¡Necesitamos gasa!”, “¡Agua!”, “¡Manden cambures!”, “¡Traigan tobos con agua!” respondían otros tantos, provenientes mayormente de las madres: “¡Los guerreros piden agua!”, “¡Traigan alcohol!”, “¡Aquí hay más cambures!”, “¡Activadas todas las mamás con kit d eprimeros auxilios!”. A los gritos se unían imágenes de señoras de la tercera edad corriendo con tobos de aguas, manos de cambures, bolsas llenas de tapabocas, envases con agua potable y cavas con kits de primeros auxilios para los heridos que colocaban sobre la defensa vial de la carretera.

A pesar de que todos los comercios estaban cerrados, un supermercado de la zona prestaba sus servicios, convirtiéndose así en el punto de concentración de “las madres” que compraban pipotes de agua, galletas, frutas y refrescos para los jóvenes que mantenían la lucha contra los funcionarios de seguridad de la GNB.

Todos escucharon y vieron pedacito de las escenas que tuvieron lugar en la Perimetral. Dos tanquetas disparaban a distra y siniestra bombas y perdigones que iban a dar a la estación de servicios de la redoma de San Antonio y casas aledañas, donde familias enteras se cubrían con paños las caras para no inhalar por completo el gas que hace llorar y te quita el aire. Los perros de las quintas adyacentes a la Perimetral se asomaban al borde de las alambradas, ladraban y chillaban con cada detonación de la GNB.

Mientras “los guerreros” lanzaban piedras, molotov, se cubrían con escudos hechos de madera y devolvían con las manos enguantadas las bombas de los GNB, se escuchó que una de las tanquetas encendió su sirena y comenzó a avanzar en dirección al grupo de jóvenes. Mientras tanto, botellas y palos eran propinados hacia los “rinocerontes” blancos. “¡Ahí bien, pendientes!” y los muchachos comenzaron a correr a lo largo y ancho de la Perimetral huyendo de las fuertes detonaciones que llenaron los aires.

Para las 10:00 am de este 16 de mayo ya se habían registrado más de tres jóvenes heridos por perdigos, los cuales fueron trasladados en moto hasta el dispensario local para recibir los primeros auxilios. Algunos miembros del personal de enfermería solicitaban insumos para suturas, ya que no contaban con suficientes para atenderlos a todos.

Los familiares de los heridos solicitaban a los demás “guerreros” que se retirarán ya, pero el brío y la rabia pudieorn más, por lo que continuaron el enfrentamiento contra la GNB en el mismo punto.

Medio día

“¡Pendientes que ahí vienen otra vez!” se escuchó el grito de uno de los jóvenes que, con china en mano, se defendía de los feroces perdigones cerca de las 11:00 am. Luego de otro gran número de detonaciones el grupo de jóvenes corrió hacia un mismo punto en el suelo donde se encontraba uno de los “guerreros” caído sobre el pavimento. “¡Le dieron, le dieron!” y todos ayudaron a subirlo hasta una moto que se lo llevó sangrando y zigzagueando entre los vecinos que veían horrorizados.

Horas después se conoció que el jóven, herido en el estómago por la GNB, respondía al nombre de Diego Arellano (31) y que falleció en la Policlínica El Retiro de Los Salias a donde vecinos y amigos se acercaron a esperar la información oficial por parte dle personal médico.

Arellano, quien se mantuvo luchando contra los GNB junto a sus vecinos, era biólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), también fue Scout y era hijo de una docente que labora en la Escuela Comunitaria.

Otra vez de tarde   

San Antonio continúo siendo una ciudad de neblina lacrimógena luego de la muerte de este joven venezolano, por lo que sus vecinos entre los restos de su sangre en el pavimento y los perdigones continuaron “resistiendo” contra la GNB en la avenida Perimetral hasta muy entrada la noche de este 16 de mayo.

Ronald Gil

@thedaniels88

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