“Jamás pensé vivirlo que he leído sobre el autoritarismo y fascismo”

GNB Represión
A Gabriel 15 funcionarios se le metieron en la casa.ARCHIVO

Relatos de horror y de miedo son los que se escuchan en San Antonio de los Altos luego de 24 horas de los procedimientos realizados por la Guardia Nacional y el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro de la GNB (Conas); también actuó el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Desde el lunes el terror y el miedo quedó sembrado en cada uno delos vecinos de la región altomirandina, más de 400 mil entre los tres municipios.

Una relativa normalidad se respiró este martes. La protesta pareciera haberse enfriado y en las calles ya no hay barricadas. El transporte público trabajó aunque a media máquina, y en San Antonio de Los Altos los comercios subieron sus santamarías.

Gabriel Chacón vive en  el sector Sierra Brava, durante los últimos días fueron victimas de fuerte represión por parte de los uniformados castrenses;relató su experiencia donde demuestra la angustia vivida los últimos días. Su apartamento fue uno de los dos que ”visitaron” los uniformados en la mañana del lunes 22 de mayo.

Los funcionarios no llevaban órdenes de detención ni de allanamiento en ninguno de los casos. Solo tocaron las puertas y quien abría voluntariamente no era agredido.

“En mi conjunto residencial teníamos una semana sitiados, la mayoría de los vecinos no podía salir de sus apartamentos  debido a que la única vía de acceso a la urbanización está cerrada con escombros”.

Desde la pasada semana se había restringido el acceso vehicular en varios puntos de la carretera Panamericana, “Uno de los puntos ha sido el Skatepark de Las Minas -que queda justo en frente de mi edificio-, producto de dicha tranca los efectivos de la GN habían atacando mi edificio con bombas lacrimógenas y perdigonazos;algunos vecinos resultaron  heridos y varios de los vidrios de sus apartamentos estaban destrozados”, comenta.

Desde el lunes 15 de mayo se registraron situaciones irregulares en San Antonio de Los Altos, el conflicto escaló y se radicalizó a partir del martes 16, cuando efectivos de la GNB y de las fuerzas de seguridad del Estado asesinaron al joven biólogo ucevista Diego Arellano, de 31 años de edad, durante el primer día de resistencia permanente en la avenida perimetral.

Para Gabriel, la impotencia se apoderó de miles al verse reflejados en Diego y les reafirmó un mensaje que ya tenían días escuchando: «Al Estado no le importa tomar nuestras vidas ni callar nuestras voces para siempre con el fin de imponerse y mantener el poder».

Como consecuencia de la represión de las fuerzas públicas y las irrupciones en algunos centros residenciales -tumbaron un portón en la urbanización la Rosaleda e ingresaron varias veces a la urbanización Las Minas y a Sierra Brava- los vecinos se organizaronhasta el punto tal que la lucha dejó de ser solo de los residentes de Sierra Brava, El Páramo, La Neblina y el Rocío. “A la defensa de la urbanización también llegaron chamos de la zona industrial de Las Minas, lugar donde queda el barrio del mismo nombre. Lo que vi en estos días no tiene comparación alguna con nada;chamos muy pobres, algunos parecían malandros. Estaban aquí diciendo que iban a ayudar a defender porque estaban molestos y que en su casa no había comida, muchos decían que tenían hambre y que lo único que les quedaba era luchar”, refiere.

Entre los muchachos dispuestos a la lucha habían adolescentesentre 12 y 17 años; “A esos jóvenes y a muchos otros los vi elaborando escudos en la entrada del edificio y pintándolos con frases que jamás imaginé. Los escudos decían Venezuela Sufre, San Antonio Unido, Tenemos hambre y vamos a luchar, Resistencia San Antonio y otras”, relata.

Los “chamos» estuvieron toda la semana enfrentándose a la GNB desde la entrada de la urbanización donde vive Gabriel, en la carretera Panamericana. “Esto ocasionó que mi edificio fuera víctima de múltiples ataques, resultando heridos varios vecinos y destrozados los vidrios de los apartamentos gracias a las bombas lacrimógenas que los efectivos de seguridad del Estado disparaban con muy mala intención hacia el interior de los apartamentos”, comenta.

El viernes 20 de mayo a las 12:00 de la medianoche -mientras todos dormían y nadie protestaba- dispararon hacia el piso 6 de un edificio y metieron una bomba en el apartamento de una familia que salió ahogada por el fuerte olor de los gases.

El fin de semana la situación fue similar: enfrentamientos, tranca de la Panamericana nuevamente y bombas.

La noche del domingo 21 de mayo arreció la represión: Vehículos VN-4 también llamados «rinocerontes» y popularmente mal llamados «tanquetas» junto a varios convoy y Steyr cargados de efectivos armados, arremetieron contra el edificio donde vive Gabriel. Lanzaron  más de 60 bombas lacrimógenas que reventaron  vidrios y ahogaron  a los vecinos en sus casas; atemorizaron  a hombres, mujeres, niños y hasta mascotas causando destrozos a la propiedad privada.

El lunes “amaneció de golpe” según comenta Gabriel, el ruido de los vehículos y los disparos despertaron a los pocos que lograron dormir.  Funcionarios del Conas fuertemente armados, vestidos con trajes negros, chalecos antibalas, caretas, cascos y pasamontañas ingresaron a Residencias Sierra Brava realizando requisas, deteniendo a vecinos, destrozando y volteando los apartamentos.

A su paso destrozaron las cámaras de seguridad internas en cada uno de los pisos de los edificio y causaron daños al menos a 30 vehículos y motos. Abrieron los maleteros y se robaron cauchos y piezas decarros.

Las pérdidas materiales son incalculables, pero el daño y el llanto que causaron en mujeres, niños y ancianos es aún más incuantificable. “Aún escucho el llanto de mis vecinos, veo rostros de decepción y tristeza, miradas de impotencia y palabras de odio hacia la situación que nuestro país vive”.

Cuenta Gabriel Chacón que no solo destrozaron los bienes sino que agredieron a jóvenes que iban caminando y se los llevaron detenidos. “A un chamo de 17 años se lo llevaron con su papá, les robaron prendas de oro, relojes y hasta dólares que guardaban en sus gavetas. Detuvieron también a dos vecinos que son hermanos cuya madre se encuentra fuera del país; dejaron solamente al menor de los tres en casa, quedó solo y preocupado por el paradero de sus hermanos”.

Finaliza narrando que “corrió con suerte”. No lo golpearon a pesar de que unos 15 funcionarios fuertemente armados entraron a su casa y revisaron todo. “Solo puedo decir que quienes vinieron sabían muy bien a que personas en el edificio buscaban; mayormente revisaron apartamentos donde vivimos hombres entre 20 y 28 años”, relata.

Este estudiante  de Ciencias Políticas de la UCV refiere que “he leído mucho sobre casos de atropellos en regímenes totalitarios de todos los países; sobre el fascismo, el terrorismo, jamás pensé que viviría en carne propia todas las cosas que llevo años leyendo. La tristeza que hoy llena mi corazón no se compara con nada que jamás haya sentido”, dijo.gf

Pola Del Giudice

pdegiudice@diariolaregion.net/polita26

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