Todos los niños han protagonizado un berrinche o pataleta en algún momento, pero que esta actitud se repita es una mala señal que puede crear conflictos en la familia, coinciden los expertos Juan José Vargas y Tatiana Jáuregui, quienes nos dan algunos consejos para lidiar con estas dificultades.
Para que los berrinches no se hagan una costumbre, según Vargas, no se debe ceder. “Es importante que muestres a tu hijo que no logrará nada con berrinches. Si por ejemplo llora y grita porque no lo dejas comer un dulce, no cambies de opinión y le des el caramelo para que se calle, tampoco cuando se haya calmado”.
Coincide en lo mismo la psicóloga Tatiana Jáuregui, quien afirma que debe existir constancia hasta que el pequeño se canse. “Los padres deben hacerle ver que él no va a conseguir su objetivo a través de esa actitud, conforme el adulto es constante y consecuente en eso, el niño se irá cansando y verá que esa estrategia no tiene efecto”.
Para evitar estas actitudes puedes:
Distraerlo.
Antes de que empiece con la pataleta, se recomienda crear una distracción con algo que le guste, un juguete o una comida para llevar la atención a otro punto.
Mantenerlo descansado y bien alimentado.
Puede ser que el pequeño solo tenga hambre o sueño. Los expertos recomiendan hacer que el niño descanse bien y se alimente en las horas adecuadas. De esa manera, se puede evitar más de un dolor de cabeza.
Abrazos.
“Los abrazos lo hacen sentir seguro, y esto ayuda a que vuelva la calma”, aconseja Vargas. Es una manera sencilla de darle confianza.
Dejarlo solo.
“Deja solo a tu hijo por unos minutos en un lugar seguro (que no haya nada con lo que pueda lastimarse) para que se calme por sí mismo. Dile que en cuanto esté listo y tranquilo podrá regresar contigo”, aconseja Jáuregui.
Recuerda: Todos los pequeños, en algún momento, hicieron una pataleta o berrinche, pero si esa actitud continúa es mejor buscar la ayuda de un profesional.
