“Ha sido bastante fuerte seguir sin él”, señaló el tío de Jairo Johan Ortiz Bustamante, quien fue la primera víctima fatal de los 100 días de protestas, al ser asesinado por un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana que le disparó al pecho con un arma de fuego la noche del 6 de abril de 2017 en Montaña Alta, Carrizal, estado Miranda.
Julio Brillet, es tío político de Johan, como solía llamarlo su familia; señala que la abuela materna de Johan es la que más ha sufrido la pérdida por ser quien tenía mayor contacto al vivir con él en Montaña Alta, a pocos metros de donde fue asesinado.
“En el caso de nosotros, hemos sobrellevado el vacío que dejó y equilibrar esa parte en la familia ha sido una dura pérdida”, refiere.
Julio es esposo de Karina, la hermana de Carolina Bustamante, madre de Jairo Johan, que vive desde hace algunos años en Aruba con su pareja.
“Los que más estábamos con él era su familia materna porque el papá se desentendió de su crianza cuando Johan era muy pequeño”, señala al hablar de Jairo Ortiz quien pocos días después del asesinato de Johan declaró en una entrevista televisiva al canal del Estado. La última vez que se vio con el papá fue en enero.
Los Ortiz y Bustamante son familias como el promedio venezolano, con diferencias políticas al apoyar al chavismo y a la oposición algunas de ellas. “La mayoría de la familia son opositores, aunque divididos por un tema político que es más marcado en la familia paterna de Johan”, declara.
Sus tíos maternos y abuelos son los que se encargaron de criar a Johan. “Estábamos pendientes de él, creció con nosotros“, destaca.
El abuelo comenzó a sentir problemas respiratorios y por una patología clínica se fueron a vivir a Guatire y venía cada 15 días. “Karina y yo éramos los que andábamos con él. Era un chicho tranquilo, bastante amigable y leal con sus amigos de siempre, con los que creció y estudió”, dijo.
Al describir a Johan, su tío señala que era un muchacho en quien confiar. “Era súper nota. Notabas que era una buena vibra”, destaca al referir que no tenía la malicia de muchos jóvenes a su edad. “Compartía con ellos (Jairo y sus amigos), y le decía que el mundo tenía malicia porque él era de actitud inocentona como un chamo criado por su familia”.
Relata que era un joven inteligente y fiel al concepto de familia. “A diario conversaba con su mamá por skype y por el celular”.
La audiencia de presentación del oficial de tránsito terrestre de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Rohen luis Leonel Mata Rojas, quien está imputado por su presunta participación en el crimen de acuerdo a los testigos del hecho, fue pospuesta para el ocho de agosto según dijo Brillet.
Johan se iba del país en mayo con su novia Oriana, quien intenta también proseguir con los planes y en menos de un mes hará el tan anhelado viaje que planeó con Ortiz. “El no compartía las ideas del Gobierno y como muchos jóvenes buscaba nuevos horizontes”, finalizó.
El cuarto de Johan sigue intacto, sus cosas están fielmente resguardadas y es un área a la que no puede entrar nadie fuera de la familia. Los parientes de Jairo Johan Ortiz Bustamante solo están a la espera de la justicia para asegurarse de que al menos ningún inocente más caiga en busca de la libertad.