Frente a la crisis económica y alimentaria que atraviesa el país, el menú de los Hogares Mirandinos que administra el Fondo Social Miranda sufrió algunas modificaciones. “Debimos incluir muchos más tubérculos y frutas, para reemplazar las cargas calóricas de otros alimentos que se han vuelto inaccesibles tanto por sus precios como por la demanda”, destacó Eduardo Rengifo, presidente de la institución.
Asimismo, señaló que entre los alimentos sustituidos están la harina de trigo o de maíz, el arroz y la pasta fueron reemplazados por tubérculos como el ocumo, papa, ñame o yuca, lográndose igual aporte calórico.
En cuanto a las proteínas, Rengifo indicó que se empezó a sustituir el pollo y la carne por el hígado y mollejas de pollo. De igual manera, mencionó que se incrementó el uso de vegetales que aportan vitaminas y minerales, para enriquecer las preparaciones. Igualmente, expresó que anteriormente se alternaban las meriendas con galletas y frutas, pero que en este momento el suministro de frutas es mayor.
El presidente del Fondo Social Miranda también explicó que el programa alimentario fue ajustado por un nutricionista de manera de que los alimentos fueran nutritivos y con buen sabor. “Hacemos grandes esfuerzos por proveer a nuestros niños alimentos que le aporten los nutrientes necesarios para un crecimiento acorde a su edad. Estamos viendo con preocupación que la alimentación de nuestros niños no es la deseable y que esto incidirá en el peso y estatura de la población que está en crecimiento”.
De acuerdo con la encuesta Condiciones de Vida presentada por varias universidades del país, 27 de cada 100 niños tienen problemas de alimentación. Igualmente, señaló que entre las secuelas que pueden manifestar los niños está el deterioro en el funcionamiento de sistemas y órganos, aumentando la probabilidad de contraer enfermedades e infecciones por estar inmunodeprimidos; además de condicionarles las habilidades cognitivas y evolutivas, lo que conlleva al bajo rendimiento escolar.
Oscaremys Bello