Hoy en día el venezolano enfrenta una situación-país que interfiere plenamente dentro de su desarrollo económico, factor del cual derivan muchas cosas; la nutrición es una de ellas, la cual desciende progresivamente debido a los altos niveles de escasez e inflación que padece el país.
Ambos problemas van de la mano en el descenso de la economía venezolana ya que a medida que ciertos productos van desapareciendo de los anaqueles, es más difícil adquirirlos a nivel monetario ya que su precio se extiende al igual que su valor; este es el caso de los productos regulados, los cuales llegan escasamente a ciertos locales o supermercados, por lo cual no son suficientes para toda la población y generan un desorden social reflejado en horas de cola y desesperación.
Muchas familias altomirandinas acuden a esto debido a la falta de ingresos, por lo cual solo les alcanza para comprar dichos productos regulados que no son más que harina, pasta, arroz, entre otros, sin poder adquirir otro tipo de productos esenciales en su nivel nutricional como las proteínas, los huevos, el pollo, la carne.
María Figueroa, residente de la zona expresa, ‘’no es posible que el aumento de los productos sea tan constante y se dificulte tanto conseguirlos cuando es algo esencial para todos, por eso es que hay tanta gente con hambre en las calles. Es muy triste la situación. ’’
Los nutricionistas muestran una gran preocupación debido al gran incremento de la desnutrición y el deterioro de la salud en la población debido a que no pueden adquirir distintos alimentos por sus altos costos y a su vez la falta de ellos en los anaqueles de los distintos supermercados.
La nutricionista Carolina Rodríguez destacó que “los más afectados por esta situación son los niños pequeños porque les afecta en su crecimiento y desarrollo”.
En estos tiempos las cabezas de familias buscan cualquier otra alternativa para poder alimentar a sus familias lo que ha generado un gran cambio en lo que habitualmente se consumía día a día en los hogares venezolanos. Esto ha sido un choque ya que tiempos atrás los venezolanos solían conseguir variedad de productos y al mismo tiempo podían costearlo.
Diosbelis Ojeda y Daniela Fedele