“La sazón tequeña es protagonista en una casa con 109 años de historia”

El restaurante se convirtió en un punto de referencia en Los Teques

La pasión de Carlota por la comida la llevó a crear uno de los espacios más acogedores y emblemáticos de la capital mirandina, punto de encuentro para quienes disfrutan comer rodeados de historia y degustar  la gastronomía típica tequeña.

En la búsqueda de conectar a los oriundos de la tierra de guaicaipuro con esa sazón de los antepasados de la localidad y para captar más recursos para el mantenimiento del museo de la familia, decidió junto con su esposo Alejandro Caputto “El Morocho”, vender deliciosas recetas en una casa con una data de 109 años que solo con el olor denota una historia de más de un siglo.

Con el restaurante Carreta Azul, ubicado en el centro de Los Teques, la apasionada cocinera ha logrado deleitar a comensales con recetas típicas, como la pirra que en el pasado era cosechada en los solares de la casas de Los Teques, explicó que es una comida que se hace con chayotes rellenas con carne y gratinadas  con queso, admitió que muchísimos han degustado el exquisito platillo y les ha fascinado.

Con una versada experiencia en el arte culinario, Carlota aseveró que también ha sido halagada por la preparación de los exquisitos asados, ensaladas de plátano, una receta muy ingeniosa que era elaborada en los tiempos de los abuelos; se escoge plátanos pintones más verdes que maduros, se cocinan, luego se rayan y se combinan con cebolla, ají dulce, siendo el secreto el cilantro o perejil sazonado con una vinagreta.

Carlota también ha preparado en muchas ocasiones las polvorosas rellenas de pollo; es un plato típico de Los Teques casi olvidado cuya base es una masa dulce, se coloca una capa de masa y luego pollo desmechado como el de las hallacas, se mete al horno y queda muy crujiente, lo sirven por porciones horneadas en pequeños platones.

Desde la cocina esta mujer enseña los sabores de la capital mirandina

Para Carlota, una mujer caraqueña pero con raíces en Los Teques, la Carreta Azul heredada por su esposo de una tía abuela, quien se casó con un vendedor de carne salada, telas y creolina que era exportada a Alemania, es un excelente lugar que mezcla lo exótico y tradicional de la cocina tequeña, para deleitar a los comensales de quienes se refirió como más que clientes, familiares que comparten comida y se adentran en el apasionado mundo de la cocina local.

Su día comienza a las 5:00 de la mañana, se levanta muy temprano para preparar los almuerzos para las personas que acuden a la linda casa llena de matas, flores y antigüedades para disfrutar un rico almuerzo. Alejandro, quien es el mayor apoyo de Carlota, se encarga del mantenimiento de la gran vivienda con un patio interno, la cual presenta un franco deterioro del techo que por los momentos es imposible reparar debido al alto costo.

En principio comenzaron hace 9 años con el museo, en el cual exhiben piezas invaluables de historia local, como las únicas piezas de arqueología de los Altos Mirandinos, botellas, muebles antiguos y muchas piezas más de colección.

Aunque reconoce que antes era ceramista por lo cual obtuvo premios nacionales, la cocina se convirtió en su pasión de vida, la cual es apoyada por sus tres hijos y nietos.

La casa cuenta incluso con un museo.

Condimenta en especial las carnes con las siete especies, no teme dar a conocer las recetas y sus secretos, busca que la gastronomía tequeña perdure de generación en generación.

El 29 de abril de 2009, comenzaron a vender los menús a 20 bolívares, la crisis del país los ha afectado y aunque las ventas no están buena, se considera una emprendedora, apunta que por la situación del país hay que reinventarse todos los días, ser optimista y dejar a un lado las quejas. Expresa con mucha esperanza que sigue confiando en Venezuela y que por ello invierten cada día en el país, hasta se las han ingeniado en pilar maíz para vender, logrando ofertar hasta 41 kilo diarios./DM

Salir de la versión móvil