Devaluación y escasez siguen estimulando el “jolgorio” de los bachaqueros

 

Dificultades en la obtención de productos de primera necesidad son un problema para la vida cotidiana y el tiempo en el Municipio Los Salias

El aumento constante y elevado de los productos alimenticios son el principal problema para los salienses que tienen graves dificultades para abastecerse y temen que la devaluación y escasez sigan siendo el jolgorio de los bachaqueros.

Todos los encuestados coincidieron que no se puede comprar un cartón de huevos sin descompletar otros productos indispensables en la dieta como carnes, arroz, harina y pasta. Los embutidos han desaparecido casi por completo de la mesa de los salienses por su precio impagable: supera la mitad del sueldo mínimo solo comprando un cuarto de kilo de jamón y queso.

«Nos están matando de hambre, un kilo de arroz cuesta 250.000 Bolívares» destacó Carlos Reales, septuagenario residente de la Urbanización Las Minas, destacando la tensión de las fuertes colas y la imposibilidad de comprar a precios estables. Este problema que cada vez afecta más a la clase trabajadora y los jubilados y discapacitados.

Otros vecinos se incomodaron con el precio de el aceite que cuesta más de 280.000 Bs el litro. Al respecto Eunice Fariñas comentó «en el día de ayer vi en el supermercado San Diego el litro de aceite importado a más de 400mil Bs. Si la pensión son 358.000 Bsf , no me alcanza ni para un litro de aceite».

Este problema no sólo afecta a las personas que ganan un sueldo mínimo. José Domínguez, trabajador independiente dice: «con lo que facturo en una semana no alcanza ni para comer completo. Sólo la misericordia de Dios nos sostiene. Las colas son interminables y muchas veces no compras nada».

La opción de muchos es adquirir productos en el mercado negro controlado por los llamados «bachaqueros». Estos son productos de la cesta básica, regulados por el gobierno, pero son vendidos por encima de su valor. Sin embargo, estos productos no llegan a ser tan costosos como los importados, por lo que es una opción para muchas personas. Esta actividad de reventa, aparte de ser ilegal, representa un grave riesgo sanitario, porque muchas veces los productos son re empacados sin las medidas sanitarias indispensables para su manejo.

Arturo Muñoz

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