Politólogo Sergio Graffe: “La reconversión monetaria será otro fracaso rotundo”

Politólogo Sergio Graffe asegura que la medida no combate la inflación

Para el politólogo Sergio Graffe, la actual hiperinflación en Venezuela tiene su origen, fundamentalmente, en la implementación forzosa de un inviable modelo ideológico de economía con planificación centralizada cuyos excesivos controles de precios y de cambio de divisas paralizaron las capacidades productivas del país.

“Además en la emisión constante de dinero inorgánico por parte del Banco Central para financiar el abultado gasto público generado por el mantenimiento de un costoso aparato burocrático cuya magnitud de competencias neutralizó las potencialidades de la iniciativa privada; y esta tendencia alcista no puede ser detenida con la aplicación de medidas espasmódicas como la reconversión monetaria si no es acompañada por otras de naturaleza macro económicas que ataquen el fondo y no las formas del problema”, reseñó.

La reconversión monetaria –asegura Graffe- decretada por Chávez tuvo la intención política de crear una falsa sensación de fortaleza económica con la eliminación de tres ceros al bolívar y llamarlo “fuerte” pero la evidencia de su fracaso es que diez años después la inflación siguió aumentando y el actual presidente reedita la medida con las mismas pretensiones al suprimir otros ceros para redefinirlo como “soberano” y con lo cual 1.000.000 de bolívares en 2008 ahora pasaron a ser 1 bolívar de los viejos; pero cuando se comparan la entrada en vigencia de cada decreto y la respectiva desmonetización que contemplan se infiere que los otros dos objetivos de la medida de Maduro es enviar el mensaje subliminal de su reelección  y de tratar de impedir la fuga masiva del billete de cien bolívares porque está virtualmente desaparecido.

-El hecho de que el decreto de Maduro contemple que la reconversión monetaria entre en vigencia 15 días después de las elecciones presidenciales pautadas para el 20 de mayo, introduce un componente psicológico de hacer creer a la población de que su reelección está asegurada y por eso se atreve a tomar esa decisión a futuro y con lo cual envía el mensaje de que no vale la pena votar porque ya se conocen los resultados y así potenciar la abstención.

Por otro lado, indica que a pesar de que la emisión de dinero inorgánico durante los cinco años de la presidencia de Maduro ha sido superior en un 70 % a la de los 15 de Chávez, “la ausencia de efectivo tiene casi paralizado al país y está haciendo inviable la cotidianidad de los venezolanos y la clave para comprender la pretensión de esta última reconversión monetaria está en que mientras la que decretó Chávez fue el 6 de marzo de 2007 entró en vigencia a partir del primero de enero del 2008, nueve meses después; mientras que la de Maduro fue el pasado 22 de marzo para comenzar a funcionar el próximo 4 de junio, dos meses y medio después; además, el proceso de desmonetización que estableció Chávez fue de manera progresiva y con una intensa campaña informativa para la necesaria adaptación al nuevo esquema pero en el caso de Maduro es automático  y en un absoluto silencio informativo”.

Graffe asegura que el gobierno parte de la premisa de que con la desaparición automática del actual cono monetario (desmonetización) prevista para el 4 de junio de este año, antes de esa fecha el billete de cien bolívares debería iniciar el camino de vuelta al país a un ritmo superior de la actual fuga ante el temor que puedan sentir los contrabandistas de quedarse con ese dinero “frío” en sus manos, pero no existe garantía de que eso suceda debido a que Maduro ha intentado recoger ese billete en 13 ocasiones durante casi dos años, sin éxito;  y se ha visto obligado a activar su circulación por la falta de credibilidad en sus decisiones sobre esta materia y existe la posibilidad de que esa reconversión sea percibida sea otro ardid gubernamental por la forma improvisada de su aplicación; y si persiste en llevarla a cabo, el desorden económico sería mucho mayor por la incertidumbre sobre sus resultados y la inflación seguirá en aumento vertiginoso.

Daniel Murolo

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