Henri Falcón, el comegente

 

No soy amigo de Henri Falcón, jamás lo he visto “en persona”, no formo parte de su comando de campaña, aún no he decido si voy a votar por él y hasta suspendí mi militancia copeyana de toda la vida en rechazo al inconsulto procedimiento usado por un grupito de la dirección nacional de Copei para designarlo candidato de mi partido; y por tales circunstancias no me siento motivado a salir en su defensa pero me parece desconsiderado el brutal ataque del que está siendo objeto por algunos integrantes de la extinta Mud y por un ejército invisible de “guerreros del teclado” de sospechosa autenticidad opositora como si se tratara del asesino en serie “El Comegente” o de alguien que le robó el tetero al Niño Jesús.

No he podido descifrar si ese empeño superior al que se expresa contra el verdadero responsable  de esta tragedia tiene origen en un pase de factura política por su pasado chavista, en la propia presentación de su candidatura, en competir en condiciones adversas o en la mezquindad de algunos actores políticos que tienen tiempo aspirando a ser presidente de Venezuela; pero la realidad es que la tendencia abstencionista y la no incorporación de los partidos AD, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo son mortales para un eventual triunfo de Falcón.

La cuenta es sencilla: a los 20 millones de venezolanos inscritos en el registro electoral hay que descontar cerca de dos millones que se han marchado del país huyendo de la crisis y si de los 18 millones acuden a votar la mitad o menos, significa que los 9 millones de votos se los repartirán entre Falcón y Maduro pero éste tiene “amarrados” al menos 5 millones por los bonos electorales que está repartiendo y por el terrorismo laboral en la administración pública; y por otro lado, para cubrir las 40 mil mesas de votación de los 14 mil centros es necesario un contingente humano de cerca de 200.000 personas (entre testigos, coordinadores de centros, movilizadores, etc), pero ni Copei, el Mas o Avanzada Progresista tienen la capacidad operativa para para aportarlos y sólo se podrían alcanzar si se suman los llamados G4 de la extinta Mud.

A Falcón le quedaría el recurso de motivar un gran voluntariado de independientes para que cuiden y defiendan los votos en las mesas electorales; pero enviarlos sin la formación debida es peor que se presenten porque a los testigos del Psuv los adiestran para hacer trampas y les será más fácil si los adversarios no están calificados para evitarlas o controlarlas.

En este escenario es poco probable que Falcón pueda ganar la elección presidencial incluso si su mensaje lograse revertir la peligrosa tendencia abstencionista porque ambas situaciones están relacionadas y depende una de la otra ya que para ganar necesitas mayoría de votos pero hay que cuidarlos en las mesas; y no sería extraño que ante tal fatalidad el candidato Falcón termine renunciando o competir en la seguridad de que recibiría una soberana paliza electoral y con ello ratificaría la acusación de que participó para legitimar un resultado que todo el mundo conocía y, además, perdería la oportunidad de convertirse en el líder de la oposición venezolana, cosa que le aterra a quienes se niegan a verlo de presidente o con un buen caudal de votos aunque pierda.

Si Falcón se posiciona como una opción real para derrotar a Maduro, podría ocurrir el “milagro” de que el G4 decida la incorporación activa en la campaña de toda su militancia por un simple pragmatismo político y las cosas pudieran cambiar a favor del ex gobernador de Lara porque también activaría la participación electorales a niveles superiores al 60-70% que es imprescindible para poder ganar porque tengo la impresión de que el terror de pasar seis años más con este gobierno es superior a la desconfianza en Falcón.

LULA Y EL GALLO EN LA JAULA. A pesar de haber sido condenado a 12 años de prisión por aceptar un soborno de una empresa vinculada con Odebrecht, el ex presidente de Brasil dará la pelea legal y tratará de alargar el tiempo para postularse como candidato para la elección presidencial en octubre de este año. Por cierto que recuerdo el caso de Modesto Freites que fue electo gobernador de Guárico en 1.989 estando preso por el escándalo de corrupción en Cadivi y cuentan que un periodista en una ocasión le preguntó al ex presidente Luis Herrera Campins sobre este episodio y su inteligente respuesta fue “ese gallo es bueno porque ganó enjaulao”. Sucederá lo mismo con este popular político brasileño?. Uno de los dramas de los gobiernos de izquierda es que la lucha contra la corrupción no es un valor relevante y por eso existen muchos corruptos muy populares. Dos cosas raras de estos casos: en 2007 la avioneta donde viajaba Freites cayó en la cárcel de San Juan de los Morros y murió; y la cárcel de Curitiba donde “hospedaron” a Lula fue una obra que éste construyó.

LA CRUZ ROJA COLOMBIANA. Pocos saben que en la frontera de San Antonio del Táchira y Cúcuta la Cruz Roja Internacional tiene habilitado un refugio para atender a los venezolanos que están huyendo hacia Colombia, que usan este país de tránsito para llegar más al sur del continente o a visitar a sus familiares. Apenas las autoridades te sellan el pasaporte de entrada hay un grupo de jóvenes que te dan la bienvenida, te indican los servicios que prestan y que son de mucha utilidad. Allí puedes descansar mientras esperas la hora para continuar el viaje o dormir una siesta, pero si es para otro día te permiten que duermas hasta dos noches sin pagar, te puedes bañar o hacer tus necesidades fisiológicas en baños impecables; incluso, te dan un kit personal con jabón, champú, cepillo y crema dental. También este refugio es utilizado por la población venezolana que vive de este lado de la frontera para vacunar sus niños ante la falta de este mecanismo de prevención de enfermedades en Venezuela. Es gratificante contar con esta ayuda al llegar a Colombia porque de allí en adelante comienza la batalla por la supervivencia. Espero que no tenga la necesidad de usar este servicio humanitario por parte de los hermanos colombianos, pero uno nunca sabe…Mil gracias en nombre de las víctimas de este gobierno.

Sergio Graffe / Politologo 

 

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