“Hacer teatro en este país en este momento es casi una acción titánica”, sentencia el director y actor de teatro Pedro Borgo, tras aplaudir a quienes a pesar de la adversidad toman lo que tienen y lo transforman de forma positiva, pasión que en su caso, pese al poco tiempo que tiene sobre las tablas -5 años- ha visto recompensada con el Premio Marco Antonio Ettedgui y el primer lugar de la segunda edición del Festival Jóvenes Directores del Trasnocho Cultural.
Borgo, vecino del Municipio Los Salias y quien hoy día dirige, produce y actúa en reconocidas piezas, agradece haber sido seleccionado como el Sanantoñero del Mes; “estoy muy agradecido con la Alcaldía de Los Salias por el reconocimiento, lo que más me llama la atención es que se lo den a personas que están trabajando en distintas áreas y con su esfuerzo construyen país, es un impulso para seguir trabajando, seguir haciendo teatro y construir más cultura en el país”.
Recuerda claramente cómo fue su acercamiento al mundo en el que hoy se desenvuelve. Fue mi hermana la que me arrastró a ver Acto Cultural del Grupo Actoral 80, en el Festival Internacional de Teatro de 2012. Era la primera obra de teatro a la que asistía en mis 20 años de vida. La vi en la Sala Plural del Trasnocho y quedé impactado.
Después de ver la referida pieza Pedro pensó en hacer un taller con el GA80. Es así como en febrero de 2013 envía una solicitud para ingresar en uno de los talleres, “justo comenzaba el proceso de remontaje de El día que me quieras de José Ignacio Cabrujas. Me acerqué a Héctor Manrique y me ofrecí para ayudar, así fuera cargar cables o pintar escenografía y me dijo que si”.
Estudiaba entonces Arte en la Universidad Central de Venezuela (UCV), “fue así como me dieron la oportunidad de participar en el remontaje de El día que me quieras, fue mi primer trabajo, yo lo que tenía que hacer era mover dos sillas en el intermedio”, recuerda entre risas.
Posteriormente fue el asistente de producción del Americano Ilustrado, otra obra que montó el grupo actoral de Cabrujas, “luego Héctor me dijo que fuera el asistente de dirección de Sangre en el Diván, él está todo el tiempo en escena y necesitaba el apoyo de alguien que estuviese viendo desde fuera; muy tímidamente y con mucho respeto, porque era y es mi maestro, comencé a darle propuestas, un día después del ensayo me dijo que había hecho propuestas interesante y quería colocarme en los créditos como codirector”, recuerda.
Sobre los premios recibidos a la fecha Pedro asegura sentirse halagado y agradecido con el jurado “que creen en mi trabajo, demuestra que ha valido válido la pena, siempre repito una frase que dice mucho Héctor con respecto a los premios y los reconocimientos: el éxito es seguir trabajando, el éxito no te lo da un título, trofeo o un diploma en la pared del cuarto, sino terminar los proyectos y estar siempre construyendo y probando en el escenario”.
Sonríe cuando habla de su pueblo, San Antonio de los Altos. “Lo que más me gusta es su gente, todos se conocen, se siente ese calorcito que no se ve en otras ciudades y el clima que me encanta”, detalla, admitiendo que aspira poder llevar en corto plazo algunas de las obras en las que trabaja, como Sangre en el Diván, a Los Salias.
Agrega que se visualiza en 10 años trabajando, “haciendo teatro, me gustaría que en una década pudiéramos ver más teatros abiertos, más grupo de teatro trabajando en pro de la cultura, trayendo más público que no ve teatro a las salas para abrirles la mente, eso sí, aquí en Venezuela siempre”.
Daniel Murolo
