El Ejecutivo Nacional dispone de recursos para atender planes de ornato que corresponden por ley a los municipios, además en el plan participa otra figura de gobierno ilegal como es el caso de la Alcaldía de Distrito Capital, cuya alcaldesa es designada a dedo y manejan recursos sin ningún tipo de control, este plan en todo caso debió estar en mano de la antigua Alcaldía Metropolitana desaparecida por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de manera ilegal e irregular.
A través de este plan perverso de supuesto ornato y embellecimiento quieren hacerle creer a la gente que desde el ejecutivo se puede hacer todo, incluso pintar brocales, quitándole competencias y autonomía a las administraciones municipales.
Es un plan sistemático y progresivo de desaparición de las ciudades, es un golpe a la descentralización.
Lo que hace más perverso el plan es que están acabando con la memoria histórica de la ciudad, levantando aceras emblemáticas, destruyendo sitios icónicos de la ciudad, levantando las ciclo vías construidas recientemente por ellos mismos, una destrucción anarquizada sin ninguna planificación o enfoque urbanista y paisajista, ejemplo de ello es lo que pasó en Chacao; ¿a quién se le ocurre colocar unos materos sobre unas barandas que fungen como separador vial?
Es ridículo que Nicolás Maduro quiera ocuparse de lo que no le corresponde, ¿de qué sirve «embellecer» Caracas si la realidad del caraqueño es que no tiene agua, transporte, comida, salud, seguridad y mucho menos calidad de vida?
Edgar Laya / @edgarlayaj
