Para estas fechas, donde solo queda un mes para la víspera de Navidad, los mirandinos tenían muy claras sus expectativas para estas importantes fechas, ya sea la cena navideña, compra de obsequios para su familia y por supuesto los estrenos para los más pequeños de la casa. Para los ciudadanos es una tradición, que muy pocos podrán seguirla debido a los altos costos.
“No tengo ni idea si podré realizar alguna de estas tradiciones que desde hace años venía haciendo, porque un pan de jamón ya te cuesta 2000 BsS y yo gano 1800 BsS entonces imagínate que no me alcanza para nada. La ropa y zapatos son imposibles de comprar este año” dijo Argenis Manríquez.
Elizabeth Torres una ama de casa y a su vez docente de 39 años, dijo: “Por mi zona todavía no he visto la primera decoración navideña, el primer fosforito (fuego artificial) o escuchado la primera gaita, no se siente ese ánimo navideño que en años anteriores se apreciaban desde el comienzo del mes de noviembre. No haré cena navideña tradicional, pero si una comida para mi familia, sustituiré la hallaca con unos vegetales, el pernil por pollo (si lo consigo) y la ensalada la preparare sin la gallina porque está muy costosa “.
Por otra parte Luis Chávez dijo: “Tengo un aproximado de 10 mil BsS para realizar las hallacas junto a mi madre y hermanos, esforzándome bastante en mi trabajo puedo resolver para comprar los productos y seguir con esta tradición así sea muy costosa, siempre hare lo posible por continuarla “.
“Claro que quiero realizar mi cena navideña, pero hay que esperar para ver que se resuelve, para poder comprar los productos, hasta ahorita mis aspiraciones están muy por debajo, pero vamos a esperar que termine el mes” expresa Frank Marcano. Cuenta que “Antes habían adornos y luces por todos lados, ahora no, la gente está pendiente de la comida y las colas”.
Venezuela vive sus fiestas de fin de año con productos escasos y otros que sí se encuentran, con precios impagables. La canasta alimentaria básica de septiembre 2018 costo: BsS 20.327,33 BsS. Los encuestados no pierden las esperanzas de que haya un cambio y puedan volver esas tradiciones que se han perdido con los años en los hogares venezolanos.
Deivis González