Hace poco en la Asamblea Nacional hable con un muchacho de unos 18 años, me habló de Nietzsche, Marx, Hitler, Mussolini y hasta de Platón, al hablar con energía y enamorado de la política me vi en sus ojos hace 12 años atrás cuando me incorporé a todas estas causas justas.
Sentí pena por él, no quiero que pase 12 años peleando sin ver victorias o que sea utilizado y quizás mercantilizado o que se frustre; pobre, ojalá tenga mucha fuerza de terquedad, perdón, de voluntad.
El seguía hablando, y yo escuchando su teoría, no la compartía, pero tenía ideología, buena o mala la tenía y eso es bueno y lo digo en serio.
Yo guarde silencio y llegué a una irrenunciable conclusión. Hay futuro sólo si el presente es de lucha, y no quiero otra década desafortunada para los rebeldes de sangré pura, quiero una década afortunada para la utopía que nos hace ir hacia adelante.
Por ese chamo y tantos mas, que cada uno según en sus condiciones y capacidades me niego a rendirme. Es por ello que me caso a muerte con todo lo que huela a psuv que es sinónimo de atraso, perversión, hambre, miseria etc… Y es por eso que al que veamos pactando con el psuv es inmediatamente enemigo del futuro, debemos unirnos todos bajo una consiga de cambio y establecer que aquí lo único que se negocia es la salida de las langostas.
La juventud tiene un futuro que conquistar y lo conquistaremos en la calle, ¡Despierta Venezuela! rebelate por tu futuro, otra generación, no vale!
Fabricio Briceño
