Gritos, asfixia y muertes dejó estampida de Parque del Este

Ningún organismo oficial ha hecho un balance del número de fallecidos tras la estampida en el concierto del rapero Neutro Shorty. “La gente nos pasó por encima, nadie se detuvo”, contó María Blanco, de 18 años de edad

Los gritos y el sudor no fueron para corear y bailar sus canciones: en el concierto de Neutro Shorty, cantante de rap venezolano, no hubo control. A las 6:00 am escribió en su cuenta en Instagram: “Todos al Parque del Este. Todo ‘ready’ para ustedes”.

Después de las 10:30 am “todo” se redujo a unas tres canciones o quizá una. ¿Cinco muertos?, rodillas rotas, esguinces, descompensaciones, desplazamientos de rótulas, politraumatismos. Fue una estampida.

Ricardo Ceres, de 19 años de edad, no tiene más recuerdos sino él siendo parte de una cadena humana para sacar a quienes se desvanecían frente a él. No lo logró. En el camino dejó a unas cinco jóvenes de entre 13 y 19 años de edad desmayadas. “Saqué solo a una porque me la colgué en el cuello”, dice. También tenía que correr para no ser arrollado.

Katherine reposaba en uno de los brocales de la avenida Francisco de Miranda. Ya respiraba mejor, salió del Parque del Este. Repetía entre sus amigos: “La gente se volvió loca, la gente se volvió loca”. Para ella, la estampida se produjo porque Neutro Shorty se tardó en subirse a la tarima. Los empujones de unas 6.000 personas en la plaza hicieron que el cantante saliera. “Estaba tratando de controlar a la gente. No pudo y suspendió el concierto”.

Por los parlantes también pedían serenidad. Pero “el despelote”, como recuerda Katherine, continuó. Los adolescentes trepaban las rejas, corrían por el parque. “Me sentí asfixiada y busqué salir antes de allí”. Neutro Shorty, más tarde, compartió en sus redes el cúmulo de personas, para él eso era “rock and roll”.

“La gente nos pasó por encima, nadie se detuvo”, cuenta María Blanco, de 18 años de edad. Cargó con su amiga, quien tuvo un esguince. Viviana Paredes, de 14 años de edad, se cortó la pierna con el filo de la reja mientras la subían a la tarima, porque se desmayó.

Ni una cisterna pudo refrescar y calmar a las personas. La ingesta de alcohol y cigarrillos ya había hecho efecto. “No se calmaron y suspendieron”, dice Natanael Díaz, de 17 años de edad. Cuenta que no hubo proceso de registro para verificar que no ingresaran con bebidas alcohólicas, el personal no era suficiente para la cantidad de público que asistió.

Después de la 1:00 pm llegaron más policías y guardias. “Todo está tranquilo, no hubo heridos ni muertos”, decían unos.

Los muertos de la estampida en el parque

En el Hospital Domingo Luciani, el portero de la emergencia tenía una hoja blanca con siete nombres escritos. “Estampida en el parque” era el título. Eran las personas que ingresaron al centro de salud. “Campos Kelly, politraumatismo. fallecida”, el primer nombre. No se pudo verificar la edad ni ubicar familiares. Según el portero, el cuerpo fue retirado.

La primera adolescente fallecida fue identificada como Andrea Alejandra Calderón de 14 años de edad, según la minuta del 911 del Ministerio de Interior y Justicia. Los otros muertos fueron Bárbara Calderón, Daniela Rodríguez y otro adolescente de apellido Jiménez, todos de 14 años de edad, informó a Efecto Cocuyo la directora del Hospital Pérez de León, Zaira Medina.

En la lista seguían Wilker Palma, Adribeth Pacheco, Bárbara Ramírez. Los tres ingresaron por politraumatismo al Domingo Luciani. Entre los hospitalizados estaban Mauricio Pérez, Evelin Sanabria y Hebelis Sanabria.

Acerca de la cifra de fallecidos, no hubo información oficial por parte de algún organismo policial. Entre los reporteros de sucesos no había seguridad de que el fallecido reportado por el 911 fuera distinto al que informó la directora del Pérez de León.

Cada 10 minutos aproximadamente llegaban papás buscando a sus hijos. Leían la lista: “No está aquí tampoco”.

¿Dónde está mi hijo?

Brenda Luengo se lanzó de la camioneta y empezó a mirar con ansiedad a su alrededor. No sabía por dónde comenzar a buscar a su hija de 14 años. Unos bomberos le avisaron de la estampida, de los más de 100 heridos que atendieron los Bomberos de Distrito Capital y los Bomberos Forestales. La adolescente no tiene teléfono y no había podido ubicarla.

Entró al parque, corrió, caminó, volvió a correr. “Tiene que haber una lista”, dice. Pero el nombre de su hija no estaba en ninguna y decidió emprender la búsqueda a los hospitales. Los bomberos atendieron a jóvenes de entre 13 y 15 años de edad. A unas 22 personas las trasladaron a los hospitales Pérez de León y Domingo Luciani. “Fue de repente que nos llamaron, solo había un toldo de Protección Civil”, expresa uno de los bomberos.

Giovanny Amador llegó hasta la tarima. Buscaba a su hijo Yéremi, con solo 15 años de edad. Se enteró de lo ocurrido por las redes sociales. Pero ya no había niños ni adolescentes alrededor. Solo los rastros de que estuvieron ahí: zapatos de talla pequeña sin su par, franelas rotas, bolsos, colas, pulseras, lazos. No estaba ahí. Escuchó por un parlante que estaban entregando a los menores a sus padres, se fue y siguió la voz para ubicar el lugar.

El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) revisó la escena. Los funcionarios tomaron notan. Preguntaban por el responsable del evento y la compañía. Pero César Velázquez, productor de Neutro Shorty, no se encontraba. Velázquez es conocedor del “hip hop” y fue integrante de la agrupación Cuarto Poder. Quienes coordinaron el sonido y la tarima sí estaban, conversaron con los funcionarios y recibieron una citación para este lunes en la sede de El Llanito. “El productor no atiende el teléfono, según, está resolviendo. Él estuvo aquí con el talento hasta la 1:00 de la tarde”, dijo uno de los de sonido, quien prefirió no identificarse.

Mientras tanto, Inparques responsabilizó a Velázquez por lo ocurrido y publicó un documento, con fecha del 1º de noviembre, donde consideraban que el evento era “técnicamente no factible”. Según el organismo, el concierto se realizó “sin la debida autorización de Inparques”.

Carmen Victoria Inojosa/Crónica.Uno

 

 

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