Cicpc maneja dos posibles identidades de hombres asesinados en La Bonanza

Nelson Ardila, de 37 años de edad, y Gerardo Galaviz (67) regresaban el pasado 12 de septiembre desde Caracas a la población de Coloncito, en el estado Táchira, pero después de las 6:00 de la tarde perdieron comunicación con sus familiares

El estado de carbonización que presentaban los once cadáveres encontrados en el relleno sanitario La Bonanza de Charallave, el pasado 4 de noviembre, ha dificultado las labores de identificación por parte de las autoridades.

Sin embargo, las denuncias formuladas por familiares de personas desaparecidas hacen presumir a las autoridades quienes eran las posibles víctimas, a propósito de que todas se desplazaban por la Autopista Regional del Centro (ARC).

El pasado jueves, parientes de Nelson Ramiro Ardila Nuñez, de 37 años de edad, y Gerardo Galaviz (67) esperaban información en la morgue de Bello Monte, en Caracas, sobre si alguno de los cuerpos hallados pertenecía  a sus deudos.

De acuerdo a lo informado, Ardila y Galaviz entregaron un pedido de carne en el mercado de Mesuca, Caracas, el pasado 12 de septiembre, y en la tarde partieron rumbo a  Coloncito, municipio Panamericano, del estado Táchira.

Ardilla viajaba con Galaviz en un camión marca Chevrolet, color blanco, placas A57BV5D, que le prestó un cuñado para que trabajara y el cual transformó para instalarle un enfriador.

El hombre, quien tiene dos hijos de 4 años y dos meses de nacido, era camionero y el 11 de septiembre hizo su segundo viaje hacia la ciudad capital, a donde llegó a la una de la tarde del día siguiente, con su amigo Gerardo Galaviz.

De acuerdo a las investigaciones adelantadas por el Cicpc, la última conexión del teléfono de Ardila fue a las 6:30 pm en la vía de Tazón. Una hora antes había conversado con su hermana, a quien le comunicó que estaba despachando la carga y se regresaría a casa.

Entre tanto, la última conexión del celular de Galaviz fue a la altura del Aeropuerto Caracas en Charallave, de acuerdo a los datos que maneja la policía científica.

Al igual que los familiares de Ardila y Galaviz, los parientes  de Jhonny Rafael Ascanio Ruiz, de 43 años, y Carlos Luis Rodríguez Triviño (32) están esperando los resultados de las pruebas antropológicas.

La desaparición de Ascanio y Rodríguez  fue la primera denuncia que recibió el Cicpc. Ambos se trasladaban en un camión NPR, blanco, placas A32AO0N, el 11 de septiembre. Salieron de los Altos Mirandinos con un cargamento de pollo que entregaron en El Llanito, municipio Sucre del estado Miranda. Tras consignar la carga, no se supo más de ellos.

Carlos Eduardo Méndez (40) y Ricardo Molina (43) figuran igualmente en la lista de desaparecidos. La noche del 2 de octubre se trasladaban en un camión marca Ford, placa  A26AL8R, color gris plata.  Uno de ellos se comunicó con un familiar para decirle que habían cenado en Paracotos, estado Miranda, e iban a tomar carretera para llegar a casa en el estado Mérida.

El paradero de Jhonny Barquero, su hijo Jhosmael Barquero (16) y Yoel Serve también es incierto.  A las 8:30 pm del martes 22 de octubre, los tres hombres iban por la Autopista Regional del Centro, sentido Caracas-Miranda, en un camión Chevrolet, Isuzu, color blanco, placa A59AN1K, desde Caracas hasta Mariara, en el estado Carabobo, luego de regresar de dejar una mercancía en Puerto la Cruz (Anzoátegui).

Vale destacar que durante los estudios antropológicos de los once cadáveres, los expertos encontraron un maxilar y una mano extras, sin embargo hasta el momento las autoridades no han informado si se trata de la víctima número 12.

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