Marchas opositoras dejaron sabor amargo en la provincia

Si bien la sociedad civil atendió el llamado de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y encargado de la República, en varios puntos de la geografía nacional la desesperanza se adueñó del ánimo de los manifestantes, que se retiraron pronto de las concentraciones

La convocatoria tuvo eco en los cuatro puntos cardinales de Venezuela. En algunos con mayor fervor que en otros, donde el entusiasmo decayó en breve tiempo, y no faltó sitio en el que la sociedad civil quisiera tomar el protagonismo en un intento de dejar de lado a los políticos. La movilización de la oposición en las regiones dejó un sabor amargo de desencanto.

El denominador común en las marchas fue el deseo de cambio de gobierno, y para expresar este desiderátum se esgrimieron las razones harto conocidas: hiperinflación, inseguridad, fallas en los servicios públicos, caos del sistema de salud y la migración, entre otras.

Sin embargo, la crisis del país y el liderazgo opositor no fueron suficientes para mantener una protesta sostenida. En las regiones hubo un final inconcluso… fue más que todo una catarsis.

En Anzoátegui, la sociedad civil marchó, pero repudió los discursos dados por los líderes de los partidos, a los que consideraron los verdaderos “saboteadores” de la lucha por la libertad de Venezuela.

En el momento de su turno en la tarima, Oneida Guaipe, diputada a la AN por Anzoátegui, exclamó: “Aquí no vinimos a tumbar a Maduro”, a lo que el señor Juan Castillo respondió con cierto desencanto: “¿A qué salimos, pues?”

Juan Rivero instó a los políticos a hablarle claro al país. “Si Bolivia pudo, ¿por qué nosotros no?”

Al final de la concentración realizada en la plaza El Avión de Barcelona, un grupo de manifestantes decidió cerrar la avenida Intercomunal. Hubo una confusión por la detonación de una bomba lacrimógena por la GNB, que de inmediato organizó seis piquetes de funcionarios para rodear la manifestación.

Maracayeros descontentos

La convocatoria “a la calle sin retorno” no tuvo mucho eco en la capital aragüeña. Fue escasa la participación de la sociedad civil, e incluso de los partidos, en los cinco puntos de concentración que se acordaron para realizar una marcha hasta la plaza Bicentenaria de Maracay.

Al mediodía, la mayoría de los diputados integrantes del bloque parlamentario de Aragua, acompañados del secretario general de AD, Henry Ramos Allup, se congregaron en las escaleras de la Catedral. La arenga, apoyada por apenas un megáfono, no motivó a los pocos presentes, quienes no llenaban ni siquiera una cuadra de la avenida Bolívar de Maracay.

Antes, equipos antimotines de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) recorrían las calles de la ciudad, que lució transitada, y cuyos locales comerciales en su mayoría abrieron sus puertas, salvo gran parte de las estaciones de servicio, que siguen presentando restricciones en el suministro de gasolina.

En medio del descontento, el desencanto y la desesperanza, los asistentes a la concentración retornaron a sus casas.

Madres guayanesas

Con tranquilidad se realizó la movilización y la concentración en Ciudad Guayana este sábado 16 de noviembre, y con una alta participación de jóvenes, madres y adultos mayores.

La mayoría de las madres manifestaron el duelo que mantienen por la migración de sus hijos. Tomando en cuenta la cercanía de las fiestas decembrinas, hicieron énfasis en su lucha porque puedan regresar a una Venezuela en libertad y de oportunidades para tener calidad de vida.

Buhoneros en la calle

Desde varios puntos de la Gran Valencia partieron las marchas y se concentraron en la avenida Bolívar Norte de Valencia, en el sector Los Sauces.

El sargento mayor retirado de la GNB, José Silva, se sumó a la protesta de oposición porque no soporta ver el país inmerso en una profunda crisis económica política y social. Pidió la ayuda de la ONU para resolver los problemas de Venezuela, igualmente solicitó a funcionarios de seguridad del Estado apoyar al pueblo venezolano. Este militar asegura que fue dado de baja durante el gobierno de Hugo Chávez por enfrentar y denunciar la corrupción en las filas castrenses.

Comerciantes informales hicieron su agosto con precios dolarizados de artículos para marchar e hidratación. Banderas medianas a cinco dólares; las pequeñas, a tres dólares. Ofertaban dos vasos pequeños de cepillados por un dólar, y seis chupetas por un dólar. También aceptaban bolívares y pago móvil.

Cuerpos de choque

Luego de seis meses, los maturinenses salieron nuevamente a las calles a protestar, siguiendo la ruta del presidente de la Asamblea Nacional. A pesar de los amedrentamientos de los colectivos, grupos de choque, que rondaban los puntos de concentración dispuestos por la oposición para la actividad, la marcha transcurrió sin enfrentamientos. Sin embargo, los manifestantes tuvieron que desviar su ruta, pues un piquete de la PNB impidió su paso a la avenida Juncal.

Los motivos de la protesta siguen siendo los mismos desde hace seis meses, aunque los ciudadanos comentaron que las necesidades se han incrementado, al igual que desencanto.

Seguirán en la calle

Los cumaneses se congregaron en la redoma La Copita atendiendo a la convocatoria para protestar hecha por la oposición. Ahí, Zaida Carrera, profesora cultural y poeta de 78 años de edad, manifestó: “Sigo aquí dando mis últimos alientos por la libertad y el retorno de mis hijos y mis nietos”, mientras que los representantes estudiantiles Luis Suárez y José Daniel Cova insistían en que el movimiento estudiantil estará en la calle hasta “conquistar la libertad de Venezuela”.

En el acto también estuvo presente el diputado Robert Alcalá, que instó al gobernante Nicolás Maduro a “emular a su amigo Evo Morales”, es decir, a dimitir del cargo. Afirmó: “Este pueblo está decidido a ser libre”.

 

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