Un ciudadano venezolano, de 34 años, no soportó haber sido abandonado por la madre de sus hijos a quien trajo de su país.
El venezolano se terminó ahorcando la tarde de ayer en el cuarto que alquilaba en la urbanización El Trapecio en Chimbote.
Marco Antonio Martínez Suárez, de tan solo 34 años, vivía solo, se dedicaba a realizar servicios de colectivos en la línea P, pero nunca pudo superar que su esposa lo haya abandonado después de haberla traído con tanto esfuerzo desde Venezuela.
Martínez Suárez murió atado a una fuerte cuerda en el baño del cuarto que alquilaba en la segunda etapa de la urbanización El Trapecio.
Vale precisar que el extranjero era bien conocido en ese sector. Sus amigos aseguran que últimamente lo habían visto bastante decaído y que no pensaron que hubiera decidido tener ese trágico final.
Además, sus conocidos aseguran que todo ello fue motivado porque también la situación económica por la que pasaba no era buena, como la de muchos de sus compatriotas que han viajado a diferentes partes del mundo.
Todo ello originó que el extranjero tome la fatal decisión en la urbanización El Trapecio.
En una nota encontrada explicó las razones de su mortal accionar:
“Uno trata de hacer las cosas bien, ser buen padre y buen esposo, pero no te apoyan y te pagan mal. Me siento muy sólo, por la mujer que di todo… me engaña con un señor que tiene dinero. Después de haberle dado todo lo que tenía tiempo esfuerzo y dinero me deja y se va con otro por dinero. Espero que seas feliz desde el fondo de mi corazón no te odio te seguiré amando, pero hasta aquí llego, no puedo más. En Venezuela eramos unidos ahora como el amigo es de aquí y tiene más capacidad me abandonas. Me rompiste el corazón.
No me juzguen los que no puedan comprender mis extraordinarios motivos.
Cuiden a mis hijos.
Marco”
