Este martes 4 de febrero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realiza su tercer discurso del Estado de la Unión en el Capitolio Federal, en el que ofrecerá un balance sobre su gobierno durante este 2019.
En pleno año electoral, se espera que el mandatario aborde principalmente el tema económico y migratorio, así como la situación geopolítica de la nación respecto a América Latina, China y el Medio Oriente.
Juan Guaidó, así como su comisionado de Seguridad e Inteligencia, Iván Simonovis, se encuentran entre los asistentes.
Trump se refirió en su discurso a lo que denominó «políticas fraudulentas» de la administración de Barack Obama con respecto a la defensa de la libertad en el hemisferio, y refirió que actualmente EE.UU. trabaja para «respaldar las esperanzas» de venezolanos, cubanos y nicaragüenses para restablecer la democracia en sus respectivos países.
Indicó que EE.UU. lidera una colación diplomática de 59 naciones para combatir al gobierno de Nicolás Maduro. «Es un gobernante ilegímito que martiriza a su pueblo, pero la tiranía de Maduro va a ser destruida«, expresó.
«El socialismo destruye naciones, pero recuerden, la libertad unifica el alma», mencionó.
Trump saludó en la tribuna a Guaidó, a quien reconoció como el presidente verdadero de Venezuela. También le pidió que llevara a todos los habitantes del país un mensaje: «Todo el pueblo estadounidense está unido con el pueblo venezolano en su justa lucha por la libertad».
«Aquí esta noche nos acompaña un hombre muy valiente que lleva con él las esperanzas, sueños y aspiraciones de todos los venezolanos», resaltó.
Política interior
Trump aseguró que la tasa de desempleo es la «más baja en casi medio siglo», siendo, a su juicio los niveles más bajos obtenido por cualquier gobierno en la historia de su país. Afirmó que durante su gobierno, las mujeres han ocupado la mitad de los puestos de trabajo y que minorías como latinos y afroamericanos también han alcanzado un récord de empleo.
Sobre el tema de Salud, el mandatario admitió que «ningún estadounidense debe sentirse abrumado por las facturas médicas», por lo que reconoció la necesidad de defender el sistema Medicare, a la vez que aprobó una ley para garantizar la transparencia en los precios de servicios médicos.
Sin embargo, también denunció que existe un plan por parte del Congreso de abolir el sistema privado de Salud por uno gratuito. Se pronunció en contra esa legislación, así como de cualquier iniciativa que busque ofrecer atención médica gratuita a inmigrantes indocumentados. «Nunca dejaremos que el socialismo destruya el cuidado de Salud en Estados Unidos».