«Es el momento de que nos pongamos de pie y en nombre de George digamos: saca esa rodilla de mi cuello», dijo el veterano activista por los derechos civiles Al Sharpton.
Cientos de personas despidieron este jueves 4 de junio en Minneapolis a George Floyd, el ciudadano negro que murió cuando un policía blanco lo inmovilizó con la rodilla al cuello, desatando una ola de protestas no vistas en décadas, en una ceremonia llena de detalles íntimos, pero con un tono muy político.
El reverendo y veterano activista por los derechos civiles Al Sharpton fue el encargado de la elegía, en la que afirmó que Floyd «no murió de una enfermedad común, sino que murió por un mal funcionamiento de la justicia criminal de Estados Unidos».
«Lo que le pasó a Floyd pasa todos los días en este país», dijo Sharpton. «Es el momento de que nos pongamos de pie y en nombre de George digamos: saca esa rodilla de mi cuello», agregó recibiendo una ovación.