44 personas fallecieron la noche del jueves al viernes y 150 resultaron heridas durante un festival religioso en el monte Merón. La Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa ha enviado al presidente de Israel, Reuven Rivlin, su pésame por la trágica muerte de 44 personas a causa de una estampida en la noche del jueves al viernes. Junto a «sus condolencias a las familias de las víctimas», los obispos comparten sus «oraciones por la recuperación de las decenas de personas heridas en el incidente». Según informa EFE, al menos 44 personas murieron y unas 150 resultaron heridas –una veintena de ellas en estado crítico– en una estampida humana durante la multitudinaria celebración judía de Lag Baomer en el monte Merón de Galilea, en el norte de Israel, entre la noche de jueves y la madrugada de hoy.
Es uno de los incidentes más trágicos de la historia reciente del país. Unos 100.000 fieles –en su mayoría ultraortodoxos– se habían congregado en el significativo monte donde se celebraba esta fiesta marcada por cánticos, bailes y hogueras. El evento más concurrido en el país desde el inicio de la pandemia derivó en la madrugada del viernes en una avalancha que hizo que casi medio centenar de personas murieran aplastadas. Los servicios médicos, cuerpos policiales y soldados del Ejército –que destinaron tropas de rescate sobre el terreno– estuvieron toda la noche atendiendo y evacuando heridos a los hospitales, y gestionando una situación de emergencia caótica debido a la enorme multitud concentrada. En las últimas horas, el Ministerio de Transporte envió cientos de autobuses y trenes para que los fieles aún congregados en la zona pudieran volver a casa. Según el digital Times of Israel, muchos hombres, mujeres y niños continuaban en el monte Merón, sin indicaciones claras sobre qué transporte coger.
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