ISRAEL. La marcha nacionalista judía en Jerusalen terminó con 33 palestinos heridos

El ejército israelí confirmó que bombardeó la Franja de Gaza y justificó su acción diciendo que fue en respuesta al lanzamiento de unos globos llenos de helio que llevaban dispositivos incendiarios. Todo esto ocurrió luego de que aumentaran las tensiones con una marcha ultranacionalista cerca de Ciudad Vieja, Jerusalén, en el barrio de mayoría musulmana. Luego de 11 días del cese al fuego, los ataques transfronterizos se reanudaron. El Ejército de Israel bombardeó la Franja de Gaza y la ciudad sureña de Khan Younis en la madrugada del 16 de junio (hora local). En un comunicado, las fuerzas armadas dijeron que su objetivo fueron los recintos de Hamas y planteó que están listos “para todos los escenarios, incluida la reanudación de los combates frente a los continuos actos terroristas que emanan de Gaza”. En el documento, se refieren al lanzamiento desde Gaza de globos llenos de helio que iban atados a materiales incendiarios.

El cuerpo de bomberos israelí aseguró que estos causaron 20 incendios en campos abiertos en comunidades cercanas a la frontera. Por su parte, un portavoz de Hamas confirmó los bombardeos por parte del Ejército israelí y sostuvo que ellos continuarán con su “valiente resistencia y defenderán sus derechos y lugares sagrados” en Jerusalén. Los hechos ocurren horas después del nuevo capítulo de las tensiones entre israelíes y palestinos. La razón: una marcha de judíos ultranacionalistas portando banderas de Israel en Ciudad Vieja, Jerusalén Este, para llegar al Muro de las Lamentaciones –el máximo lugar de culto del judaísmo– en este evento anual. Cerca de la Puerta de Damasco se podía ver a manifestantes ondeando banderas de Israel mientras la multitud coreaba a gritos «la nación de Israel está viva» y amenazas xenófobas como «¡muerte a los árabes!». «Están creando un gran problema en Jerusalén. Toda la gente de aquí quiere paz, ¿por qué crean problemas aquí?», dijo Khalil Mitwani, un palestino de 50 años sentado frente a un cordón policial a la agencia ‘Reuters’.

La marcha, programada inicialmente para el 10 de mayo, tuvo que ser aplazada por la alerta de bombardeos de Hamas, un episodio que anteriormente fue el detonante de la confrontación entre ambos bandos. En ese entonces, Hamas disparó cohetes de largo alcance contra Jerusalén, interrumpiendo la marcha y desencadenando el conflicto, que se cobró más de 250 vidas palestinas y 13 israelíes. Los israelíes se han opuesto rotundamente a esta marcha desde su anuncio ya que perturba la tensa calma que vive la región tras 11 días de enfrentamientos entre fuerzas israelíes y el brazo armado del movimiento Hamas el mes pasado. Y en efecto las tensiones terminaron escalando con los nuevos bombardeos. Por su parte, ante la celebración de la «Marcha de las banderas», Hamas ya ha movido ficha: ha convocado un «Día de la Ira» en su contra. «Que el próximo martes sea un día de movilización y unión hacia la mezquita de Al-Aqsa, un día de ira y de desafío al ocupante israelí», dijo en un comunicado el grupo armado. Los palestinos consideran este evento de la extrema derecha como una provocación por su recorrido por Ciudad Vieja, zona de mayoría musulmana en la ciudad.

Hamas ha instado a los palestinos a manifestarse, pero por el momento no se ha registrado lanzamiento de cohetes contra los territorios israelíes. No obstante, ante la posibilidad el Gobierno israelí ha ampliado sus medidas de seguridad y está en alerta. Según medios locales, el Ejército israelí ha desplegado las fuerzas aéreas para protegerse de posibles ataques desde Gaza. Este episodio pone contra las cuerdas al recién estrenado Gobierno de coalición, encabezado por el ultranacionalista Naftali Bennett, el nuevo primer ministro que releva a Netanyahu tras más de 12 años en el poder. La nueva coalición política es difícil de manejar: aúna a la extrema derecha, a la izquierda, al centro y –por primera vez– a un partido árabe independiente. Distintas fuerzas que tienen poco en común y cuyo principal deseo es evitar el retorno de Netanyahu como mandatario. No ha sido necesaria ni una semana de gobierno para acusar las marcadas diferencias dentro de la coalición.

Bennet dio el visto bueno a la «Marcha de las banderas», ya que su cancelación habría expuesto al nuevo primer ministro y a otros miembros de la derecha a intensas críticas por parte de quienes la consideran como una capitulación frente a Hamas. Pero esta decisión no ha sido bien recibida por algunos socios del Gobierno. Mansour Abbas, líder del partido árabe Raam –parte de la coalición del Ejecutivo–, aseguró que la marcha era «un intento de incendiar la región con fines políticos» e hizo un llamado a no escalar las tensiones, para evitar otro conflicto como el del 10 de mayo. Pero, a pesar de los llamados conciliadores, ya se han difundido imágenes que acusan enfrentamientos entre la policía israelí y algunos palestinos que se resistieron a abandonar partes del recorrido de la manifestación. Al menos 17 palestinos han sido detenidos durante la jornada. Y se esperan más disturbios, con más de 2.000 agentes de policía desplegados en la ciudad.

En la foto superior:
Un miembro de las fuerzas de seguridad israelíes aparta a un palestino en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el 15 de junio de 2021, antes de la Marcha de las Banderas que celebra el aniversario de la ocupación israelí del sector oriental de la ciudad en 1967. El nuevo gobierno de Israel se enfrentó a una primera prueba cuando los ultranacionalistas judíos se prepararon para marchar hacia el este de Jerusalén anexionado, avivando las tensiones que la ONU ha advertido que amenazan el frágil alto el fuego en Gaza. Las concentraciones de grupos judíos de extrema derecha en barrios árabes han aumentado las tensiones en los últimos meses, lo que provocó una intervención policial en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa que desencadenó el estallido más mortífero de violencia entre israelíes y palestinos desde 2014

Con información de: https://www.france24.com/

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