La Fiscalía regional de Sofía ha abierto una investigación sobre el intercambio de dos recién nacidos en un hospital obstétrico, un caso que ha conmocionado a la opinión pública de Bulgaria.
«Hasta el momento la fiscalía ha interrogado a 28 personas en el marco de la investigación», dijo este jueves a la prensa el vicefiscal regional de Sofía, Ivan Stefanov.
La Fiscalía informó este jueves de que ya lleva trabajando en el caso desde el 14 de diciembre, tras ser alarmada por el hospital Sheynovo de Sofía.
El intercambio fue descubierto después de que una de las madres solicitara, dos meses después de ser dada de alta, una prueba de ADN de su pequeño pues sospechaba que podía no ser su hijo.
La investigación estableció que las muñequeras de los bebés y las de las madres tenían números diferentes incluso en el momento en que abandonaron el hospital.
Según el director de la clínica, Rumen Velev, lo más probable es que los bebés fueron intercambiados con sus cunas ya antes de la primera entrega a las madres.
«Las madres y los bebés tienen las mismas muñequeras, pero a la madre con la muñequera A le dieron un bebé con la muñequera B. Durante toda la estancia en el hospital ninguna de las madres prestó atención a los números de las muñequeras», dijo Velev a la radio nacional BNR.
Los números de las muñequeras tampoco fueron controlados en el momento de dar el alta a las madres, «lo que es nuestra responsabilidad», admitió.
Según el director del hospital, el intercambio fue el resultado de «una serie de circunstancias absurdas y el error de una persona».
Aseguró que ahora está «absolutamente claro qué bebé pertenece a cada familia», pese a lo cual los pequeños están aún con las mujeres con las que fueron dados de alta como sus madres, sin serlo.
Las autoridades deben aún decidir cómo y cuándo pasarán a vivir con sus familias biológicas.
La ley búlgara prevé hasta dos años de cárcel por un intercambio deliberado de recién nacidos. En caso de que se descarte que fuese a propósito, los jueces deberán establecer la pena para el responsable del error humano.
EFE
