En una sequía catalogada como la más intensa de los últimos 50 años, el dique de Agua Fría ha visto sus niveles afectados, lo que se refleja en los cientos de hogares de la ciudad del clima ideal, cuyo surtido del vital líquido depende en gran medida de este reservorio y se ha visto limitado a lo largo de los dos últimos años.
Pese al fenómeno natural que llevó a que en el 2.015 el nivel bajara 12 metros por primera vez desde su fundación en 1.944, muchos dicen que ha habido mucha flexibilidad hacia los agricultores, quienes en sus siembras de flores talan árboles y dañan suelos, llevando a secarse manantiales que nutren el espejo de agua que es visitado los fines de semana por quienes se retan a ejercitarse por la montañosa zona de El Jarillo y paran a fotografiarse en el impresionante espejo de agua situado a 1.720 metros sobre el nivel del mar que tiene una capacidad de almacenamiento de 5.800.000 metros cúbicos de agua
Pese a los problemas que enfrenta sigue siendo un punto de referencia turística entre quienes visitan Guaicaipuro.
De cara al fin de la temporada de invierno, poco ha llovido, por lo que sus niveles siguen sin ser los más óptimos, sin embargo, las autoridades se sienten optimistas con respecto a la situación que ha llevado a la aplicación de un plan de racionamiento del vital líquido.
El lugar suele ser custodiado por celosos jarilleros, lo que hace que sus alrededores se mantengan impecables y sirva de punto de encuentro para familias que pasean y atletas que se ejercitan sin temor a ser interceptados por el hampa.
Johana Rodríguez
