
Más de un año lleva causando estragos un bote de aguas negras en la calle La Paz del sector La Macarena en la ciudad capital mirandina, según indican los vecinos de la zona que han tenido que ingeniárselas para que nose les inunden las casas.
Con las puertas y ventanas cerradas deben vivir para que los malos olores no impregnen más el ambiente y así evitar el brote de enfermedades respiratorias y de muchas otras índoles acarreadas por esta irregularidad.
Uno de los tubos que transporta las cloacas se rompió y muchos otros no existen, por lo que las casas que se encuentran en la montaña vierten sus aguas en plena carretera por donde transitan los carros y peatones.
“Muchas de esas aguas no están canalizadas, por eso están a plena vista pública, lo que ha ocasionado fuertes dolores de cabeza y enfermedades a los que vivimos aquí. Nadie ha venido a reparar esa fuga que lleva añales emanando malos olores a toda hora”, manifestó una de las vecinas.
Muchos habitantes aseveran que han tenido que reparar los tubos para aliviar un poco la problemática pero siempre se revientan.
Como la Luna
Debido a los constantes botes de agua la vialidad ha ido sufriendo con el pasar del tiempo, por lo que los huecos y fallas de borde también han hecho de las suyas en esta calle del municipio Guaicaipuro.
Parte de algunas alcantarillas han quedado en el aire debido a las fallas de borde que abundan en el sector. Las troneras se van haciendo cada vez más amplias y profundas por el efecto de las aguas negras que se van acumulando en ellas, siendo también el lugar favorito para los mosquitos ya que allí depositan sus huevos.
“Por acá tienen años que no asfaltan, con las lluvias se han producido muchas fallas de borde y pese a que las autoridades están al tanto de ellas no han hecho absolutamente nada por arreglarlas”, informó otro vecino de la calle La Paz de La Macarena.
La defensa es otro factor que permanece ausente a lo largo y ancho de toda la vialidad, por eso los carros que por allí transitan deben hacerlo con sumo cuidado ya que varios vecinos indican que los accidentes, aunque no han causado hasta ahora una desgracia, se ven a diario. “Cuando vienen dos carros por aquí da nervios porque la vía es muy angosta y no hay defensa, fácilmente se puede ir uno por los barrancos y caer sobre una de las casas”.
Sumado a ello se encuentra la maleza que obstaculiza muchos tramos de la vía haciendo que ésta se torne más angosta de lo que ya es. Según los residentes, desde diciembre no se podan las montañas y alrededores de la carretera, lo que facilita la reproducción de arácnidos y reptiles venenosos que ponen en riesgo la vida de las personas que allí habitan.
Basurero
A pesar de que camiones de la Alcaldía de Guaicaipuro han comenzado a recolectar la basura de los contenedores de varios sectores de la capital mirandina, los vecinos de la calle La Paz informan que el aseo no pasa “desde hace meses”.
“El camión solo circula por la vía principal, ellos piensan que allí nada más es que se acumula la basura; lo hacen como para que la gente crea que la ciudad está limpia pero es mentira”, dijo Pedro Ramírez.
Sin policías
La presencia policial no se observa por la zona, los vecinos admiten que aunque el sector no es peligroso “nunca hemos visto una patrulla por estos lados”.
Ningún ente policial se ha encargado de patrullar este rincón de Los Teques pese a que han sido varias las peticiones por parte de los lugareños de que haya presencia policial al menos ciertos días de la semana.
A pie
Los trabajadores y habitantes de La Paz deben subir y bajar caminando desde la calle principal de La Macarena hasta sus respectivos hogares y viceversa porque el transporte público no llega a esta zona.gf
Poste guindando
Más de tres años lleva guindando uno de los postes de alumbrado público que se encuentra cerca de algunas casas del sector. Pese a las diversas denuncias y a las numerosas veces que han ido “a repararlo”, no han solucionado el problema.
“Le hemos avisado a las autoridades competentes en varias ocasiones, siempre vienen pero jamás lo han reparado”, aseguró una vecina.
Los vehículos y transeúntes que circulan por la vía están en constante riesgo ya que falta muy poco para que el poste se termine de venir abajo pudiendo ocasionar una desgracia.
Ronald Gil – [email protected] / @thedaniels21