Verónica Martínez, chef de Barricas Restaurante / Foto: Luis Sajaro
Una Torre de Mero como entrada seguida por un Arroz a la Marinera, es la recomendación que, sin pensarlo mucho, hace Verónica Martínez a los comensales que esperan degustar sus exquisitas creaciones.
«Ambos son platos de autor de Barricas», explica visiblemente emocionada la chef del reconocido restaurante altomirandino. Detalla que la Torre de Mero tiene mariscos y camarones, «no lo vas a encontrar en ningún otro lado, tiene diversidad de texturas».
La joven sanantoñera reseña que el plato lleva puré de papas cremoso, «pescado que es crocante al igual que los chips y luego es bañado con una salsa blanca que es dulce y contrasta con lo salado, es un plato bien diverso».
Aunque Verónica no lo tenía claro, poco tiempo necesitó en el Centro de Estudios Culinarios San Antonio, donde ingresó al salir del liceo, para darse cuenta que lo suyo era la cocina. «Estando dentro de la escuela de cocina fue que realmente me enamoré de esto, porque honestamente no lo sentía como una pasión», agrega entre risas.
Al graduarse comenzó a trabajar en Barricas Restaurante, «este fue mi primer trabajo y acá tengo ya dos años y medios». Admite que al principio veía el ser cocinera como una entrada de dinero, «pensé: los cocineros ganan bien, es una muy buena opción. Cuando comencé a ver lo que era esta profesión me enamoré completamente y aquí – en Barricas- me enamoro cada día más».
Martínez reseña que el estilo de comida – mariscos, pescados- que se hace en el famoso restaurante le gusta mucho, «pero más allá de eso es la satisfacción de un cliente contento, que lo feliciten a uno, eso es bellísimo».
«Pescados y mariscos es lo que me gusta cocinar y siento que es en lo que mejor me va, es lo que mejor me queda». Además de la Torre de Mero y el famoso Arroz a la Marinera, recomienda igualmente «con los ojos cerrados» el Lomito Caramelo, un plato que lleva cebollas caramelizadas y queso de cabra que se caracteriza por su fuerte sabor.
Verónica no se ve en otro lado que no sea frente a la cocina de un restaurante en Venezuela, «me gustaría especializarme en panadería, pero no me veo en una panadería como tal, sino en un restaurante haciendo panes», explica.
«Si nosotros mismos no sacamos el país adelante nadie lo hará por nosotros, yo estoy llena de esperanza y por eso me quedaré aquí trabajando», sentencia. Asegura que el éxito de Barricas Restaurante es el servicio, «esto es lo que atrapa a los clientes, además de una excelente gastronomía, para nosotros el buen servicio es vital».
Cada chef que ha pasado ha dejado una receta en la carta, el aporte de Verónica hasta ahora es: el Pollo Sensación, un risotto caprese, el Trío de ensaladas Mediterráneas y el Salpicón Antártico.
Asegura que siempre está pensando en recetas nuevas, «la única limitación es la situación país que no permite adquirir muchos ingredientes, sin embargo eso también ayuda a ser más creativos y con pocas cosas hacer buenos platos»
Condenada a cocinar
«Cada vez que salgo de viaje con familiares y amigos soy yo la que me encargo de la cocina a petición de todos», asegura entre risas.
Aunque poco cocina en su casa, reseña que no le pesa tener que preparar la comida cuando sale de vacaciones y tiene un fin de semana libre. «Así este de vacaciones me divierto haciendo las empanadas, las arepas, es mi pasión y lo hago con amor»
Daniel Murolo
