En los alrededores de la zona prevalece la oscuridad y la inseguridad cuando anochece. Habitantes de la parte de atrás del mausoleo denunciaron que “solo les llega agua cuando Nicolás Maduro visita el Panteón Nacional”
El Panteón Nacional se mantiene como una tacita de plata. Pasillos limpios y monumentos intactos contienen los restos de los próceres del país. Tanto brillo contrasta con los alrededores del Foro Libertador, que están descuidados y reinan la oscuridad, la inseguridad y la mendicidad.
Luego de la restauración de este monumento histórico nacional, en la entrada se observan los restos simbólicos de Guaicaipuro, trasladados en 2001 bajo el mandato del fallecido presidente Hugo Chávez, y de la líder indígena Apacuana, en el gobierno de Nicolás Maduro. Además, destacan los códigos QR en cada una de las exposiciones para consultar más información.
Los maestros pueden llevar a los alumnos de educación básica en grupos de hasta 30 jóvenes. Una docente de un colegio cercano comentó que era la primera vez que llevaba a los estudiantes, pero que le parecía importante que ellos conocieran la historia de su país sin caer en la politización.
Bajo el mensaje: “Aquí estuvieron los restos de Simón Bolívar desde 1876 hasta 2010” se encuentra cercado el espacio que guardó al Libertador hasta que Hugo Chávez ordenó la exhumación para verificar si la causa de muerte había sido tuberculosis. Un día después anunció la decisión de construir el “Mausoleo del Libertador de América”, donde actualmente seis soldados custodian el sarcófago de madera y oro en el que reposan los restos de Bolívar.
Cada dos horas hacen cambio de guardia los custodios. Desde la entrada del Panteón Nacional ingresan marchando y tocando el bombo. Al ingresar al mausoleo, la edificación en forma de ola genera un eco que eleva las consignas en honor al Libertador, mientras los visitantes toman fotos con sus celulares asombrados ante el espectáculo.
La lluvia ha sido un obstáculo para esta arquitectura. Según un visitante, en alguna oportunidad pudo ver goteras, y los trabajadores debían proteger el féretro del Libertador para evitar cualquier pérdida.
Detrás de esta realidad existe otra. Vecinos de pequeñas viviendas en la parte posterior del mausoleo denunciaron que “solo les llega agua cuando Nicolás Maduro visita el Panteón Nacional”.
“Venga y échele una visitadita al Panteón para que nos pongan el agua. De resto nos tienen como camellos y resolvemos como podemos”, dijo a un equipo periodístico del portal Crónica.Uno un vecino de la parroquia Altagracia de Caracas.
Oscuridad total
“Solo hay seguridad en el Panteón, pero en la plaza muy pocas veces veo policías”, dijo Andreína Vegas, vecina de la zona, quien aseguró que en la noche la oscuridad se apodera del Foro Libertador porque algunos bombillos no funcionan y otros no paran de titilar desde hace aproximadamente tres meses.
Vegas resaltó la necesidad de fortalecer la seguridad para evitar los robos. Además, destacó que los habitantes del sector han sido responsables en recoger los excrementos de los perros para evitar que la zona se contamine más, pero a veces pueden haber malos olores por vecinos descuidados, o por los indigentes que hacen sus necesidades en esquinas.
“A veces vemos a los trabajadores de la alcaldía que están limpiando, y queda aceptable”, agregó Vegas.
Héctor Peña, de 67 años, relató que todas las tardes se sienta un rato en la plaza a pasar el tiempo, y que ha visto cómo la inseguridad se apodera de la zona. “Guarde bien ese teléfono, mire que yo sí he visto robos, pero me hago el loco”, exclamó. A su juicio, los guardias “solo están para cuidar a Bolívar en el Panteón”, y se preguntó: “¿Quién protege al ciudadano?”
La Biblioteca Nacional, que también forma parte del Foro Libertador, no ha tenido tanta suerte con la dotación de insumos como el Panteón Nacional. Desde hace más de un año no tiene aire acondicionado, la iluminación es escasa, no tienen centro de reproducción de información, los libros y los microfilms corren el riesgo de dañarse porque no están a una temperatura adecuada.
Los vecinos exigen buena iluminación, los empleados piden mejores condiciones en su sitio de trabajo y el ciudadano que transita por el Foro Libertador solicita seguridad.
Mariana Sofía Garcia/Crónica.Uno
