Keyber es un embajador del arte a escala internacional, con más de 25 premios, y representa a
Venezuela en prestigiosas convenciones de tatuajes, donde no solo tiene la oportunidad de
exponer su arte, sino también sus conocimientos le permiten ser elegido como jurado para
evaluar las propuestas de importantes artistas. Para muchos jóvenes, se ha convertido en una
referencia de trabajo y constancia.
Entre exposiciones de tatuajes en convenciones internacionales, impartición de seminarios y
preparación artística de su parte, este joven hace del arte un oficio que, con el pasar de los
años, ha roto con los tabúes de la sociedad. Hace siete años, Keyber le dio un giro drástico a su
vida, luego de dejar su trabajo como mecánico industrial para dedicarse y enfocarse
únicamente en el tatuaje. Esa decisión implicaba prepararse, más allá del conocimiento que
tenía de dibujo, pintura en óleo y graffiti, áreas que tomaba como un hobby, hasta que un
amigo lo invitó a intentar en el arte corporal.
Según el artista, su actitud de disciplina y perseverancia han sido factores importantes para
mantenerse en esta carrera, a pesar de las contrariedades de sus inicios, cuando tomarlo como
un oficio parecía complicado. A Colombia llegó en agosto, del 2017, y fue allí donde los planes
de convertirse en un artista profesional comenzaron a tomar forma; sin embargo, el camino no
fue fácil. Dio el paso sin experiencia, sin un estudio de tatuajes donde llegar, ni personas que
conocieran sus propuestas, pero «las puertas fueron abriéndose poco a poco», afirma el artista,
quien se encuentra aún radicado en Bogotá, Colombia.

En comparación con los tattoos de hace miles de años atrás, en la actualidad, existen diferentes
estilos y técnicas; por ende, el venezolano creó una identidad gráfica basada en el surrealismo o
de composición libre que le permite mezclar varios estilos de tatuajes en un diseño y
transformar sus imaginaciones, sin la necesidad de cumplir con reglas estrictas, como las
implican otros estilos. Lo que más llama la atención de sus propuestas son la grandeza de su
tamaño, el uso de formas y rostros, la aplicación de colores vibrantes y la creación de dibujos
personalizados y de altas exigencias creativas. El artífice cuenta que el mayor reto de un
tatuador es tomar las ideas de alguien e interpretarlas, para luego plasmarlas en la piel
convertidas en un diseño de gran impacto visual, moderno y futurista.
El venezolano ha venido representando a su país, por medio de su arte, y ha obtenido más de
25 premios en convenciones de tatuajes. Además de ser un artista galardonado en múltiples
eventos de Colombia, desde el 2021 hasta la actualidad, una de sus últimas participaciones fue
en la «Expotatuaje Medellín», donde realizó una pieza en colaboración con el reconocido
artista, Camilo Osorio, y obtuvieron el primer lugar en la categoría de «Mejores
Colaboraciones». También participó, a principios de este año, en «Tattoo Planetarium», uno de
los eventos más grandes de este sector, en Europa. Las próximas aventuras como jurado serán
en septiembre, en «Bucaramanga Tattoo Festival», Colombia, y, en octubre, hará presencia en
«Quito Tattoo Fest», Quito, Ecuador.
Pero no contento con solo destacar en su arte, Keyber Rojas también se ha propuesto
transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones de tatuadores. A través de seminarios y
conferencias comparte sus experiencias, motivando a otros jóvenes a seguir sus pasos y
alcanzar sus metas en la industria del tatuaje.