El indeseable momento en que tu celular prueba un “chapuzón” de agua sí que es inolvidable. Y aunque en el mercado ya se encuentran móviles resistentes al vital líquido, de seguro el nuestro aún no entra en esas estadísticas.
Un teléfono empapado no es sinónimo de inminente desecho, pues por lo general, las probabilidades de que éste “reviva” son factibles si actuamos de manera rápida y siguiendo estos tips:
1. Si el celular cayó al agua no lo trates de encender de inmediato: se podría producir un cortocircuito y fundirse uno de sus minúsculos componentes. En la mayoría de los casos se apagan al entrar en contacto con el líquido.
2. Si tu móvil aún te lo permite, quítale la batería, la tarjeta SIM y cualquier otro elemento adicional -como por ejemplo las memorias externas- de esa forma también evitarás un cortocircuito dentro de él.
3. Seca el dispositivo: lo más recomendable es que sea con un trapo o pañuelo. Son muchos quienes optan por un secador de cabello, no obstante, al recurrir a esta técnica los circuitos internos del móvil pueden sufrir un terrible impacto.
4. Ahora el ingrediente secreto: introduce por separado todos los elementos de tu celular en un recipiente con arroz crudo. El efecto absorbente de los granos es extraordinario. Sin embargo, toma en cuenta un tiempo prudencial para encender nuevamente el teléfono -de 24 a 48 horas-.
Finalmente, si el incidente fue en aguas saladas, antes de aplicar estos pasos, introduce tu móvil en agua tibia para eliminar los efectos corrosivos de la sal. ¡Sin preocupaciones que mojado ya está!.
Vía ABC
