
Una de las ideas equivocadas más comunes es que «sólo las personas aburridas se aburren»
Un reciente estudio sobre el aburrimiento afirma que es un estado mental peligroso y perturbador que afecta la salud y hasta reduce la expectativa de vida en años. Sin embargo, sin él no podríamos lograr nuestras hazañas creativas.
El análisis se realizó en el el laboratorio de la psicóloga Sandi Mann sobre un grupo de voluntarios que debieron ejecutar tareas poco emocionantes, como copiar interminables listas de números telefónicos. «La mayoría lo tolera de buen grado pero la manera como se acomodan constantemente en el asiento y sus bostezos regulares demuestran que no lo están disfrutando para nada», comenta la especialista.
Mann encontró que el hastío de los voluntarios elevó su desempeño en pruebas de creatividad, como la búsqueda de usos innovadores para objetos de uso común. La investigadora sospecha que el tedio llevó a sus mentes a deambular, lo que lleva a formas de pensar más asociativas y creativas. «Nos permite dar saltos de imaginación», dice.
¿Sólo los aburridos se aburren?
Una de las ideas equivocadas más comunes es que «sólo las personas aburridas se aburren», explica John Eastwood, de la Universidad York en Canadá, uno de los primeros académicos en interesarse en la materia.
Cuando Eastwood se propuso estudiar las razones del aburrimiento, encontró que hay dos tipos característicos de personalidad que tienden a sufrir de tedio y ninguno de las dos es particularmente soso. El aburrimiento con frecuencia viene de la mano de una actitud naturalmente impulsiva por parte de quienes están buscando constantemente nuevas experiencias. «El mundo es crónicamente poco estimulante para estas personas», dice Eastwood
La segunda clase tiene casi exactamente el problema contrario. Para ellas, el mundo es un lugar temible, así que se encierran en sí mismas. «Debido a su alta sensibilidad al dolor, se retraen». Pero no siempre están satisfechas con ello, de lo cual resulta un aburrimiento crónico.
El aburrimiento y la autodestrucción
Estudios han vinculado la inclinación al aburrimiento con a una tendencia a fumar, beber demasiado y consumir drogas. Eso sin hablar de comportamientos más mundanos pero igualmente poco saludables, como comer para superar el tedio.
«El aburrimiento es lo que está impulsado la industria de los dulces y chucherías», dice Mann, quien trabaja con la Universidad de Central Lancashire, en Reino Unido.