* La mercancía para las consentidas del hogar abarrota tarantines y vidrieras, dejando sin excusa a quienes compran los regalos en el último instante
Johana Rodríguez
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LOS TEQUES. Quien no sabe qué regalarle a su mamá en su día, es porque no ha visitado las calles de la capital mirandina, donde tanto comerciantes formales como informales han desplegado mercancía alusiva a la fecha a celebrarse el venidero domingo 12 de mayo.
Tanto parta las madres coquetas que piden un regalo personal, como ropa, perfumes, carteras y zapatos; hasta las más tradicionales que prefieren algo para el hogar, como cojines, cuadros, ollas, cuchillos o implementos para cumplir a cabalidad sus funciones de ama de casa, sobran las opciones.
“Fui a comprar verduras al mercadito a cielo abierto de la avenida Arvelo, y aproveché para comprarle a mi mami un conjunto de mono de lo más lindo, y por el módico precio de 250 bolívares fuertes; también quedé encantada con unas carteritas de tela estampadas ofrecidas a partir de Bs.F. 50; batas para las abuelitas desde Bs.F. 90, pijamas de pantalón en Bs.F. 110 y ropa interior desde Bs.F. 60”, comentó Carmela Molina, visitante asidua de la venta informal de productos, en su mayoría, alimenticios.
-Estoy gratamente sorprendida porque cada vez existe mayor variedad en los tarantines y las ofertas simplemente son las mejores de los Altos Mirandinos. El domingo antes de Semana Santa me compré un traje de baño de lo más coqueto y súper exclusivo, pues uno escoge desde la tela, hasta el modelo que desea, aprovechando para optar por el diseño que más favorezca de acuerdo al tipo de cuerpo.
Para quienes no cuentan con un presupuesto holgado, pero no quieren que la fecha pase por “debajo de la mesa”, existen las tradicionales rositas de terciopelo con un peluche incorporado a partir de 50 bolívares fuertes; así como una rosa musical en igual precio. “Sólo vengan al mercado que de seguro aquí encontrará lo que a usted le gusta y al precio que le conviene”, refirió quien se identificó como Mercedes, quien en su puesto ofrecía jueguitos de tazas de café y té, desde 105 bolívares fuertes. “Todo es cuestión de caminar y preguntar, que nosotros estamos aquí para satisfacer las necesidades de nuestros clientes”.