ROMA. El papa argentino Francisco recibió este jueves personalmente al papa emérito Benedicto XVI en el Vaticano, un regreso que marca el inicio de una convivencia sin precedentes entre dos pontífices.
Se trata de la primera vez en la historia que dos papas conviven dentro de las murallas del Vaticano, los dos vestidos de blanco y con el título de «Su Santidad».
«El papa Francisco lo recibió con gran fraternidad y cordialidad. Tras lo cual se dirigieron a la capilla del monasterio para una breve oración», precisó en un comunicado la Santa Sede.
El Papa emérito se alojará en el convento «Mater Ecclesiae», reformado para la ocasión y localizado en los apacibles jardines del Estado más pequeño del mundo y a pocos metros de la Casa Santa Marta, donde reside Francisco.
El anciano papa emérito, de 86 años, llegó a las 16H45 hora local (14H45 GMT) en helicóptero al Vaticano proveniente de Castel Gandolfo, donde residió durante dos meses tras hacer efectiva su renuncia el 28 de febrero.
Una delegación oficial formada entre otros por el decano del colegio cardenalicio Angelo Sodano y el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, quien fue su mano derecha, lo acogió en el helipuerto, indicó la oficina de prensa del Vaticano, que aclaró que no distribuirá fotos de su llegada, suscitando interrogantes en la prensa sobre su estado de salud.
El vocero papal, padre Federico Lombardi, desmintió de nuevo este jueves que el papa emérito se encuentre gravemente enfermo como aseguraron medios de prensa españoles tras aparecer muy agotado, con bastón, durante el histórico encuentro el 23 de marzo pasado en Castel Gandolfo con Francisco.
Benedicto XVI ha vivido en la residencia veraniega papal, a unos 25 kilómetros al sur de Roma, donde permaneció «oculto al mundo», pese a unas pocas fotografías «robadas» mientras paseaba junto a su secretario y al encuentro que mantuvo con el nuevo Papa argentino.
Benedicto XVI, jubilado y sin poder, llegó en automóvil del helipuerto al monasterio donde lo esperaba a sus puertas el papa Francisco.
AFP