Cuenta la leyenda que fue el emperador chino Shen Nung quien por accidente descubrió el té. Se dice que Nung era un hombre obsesionado con la higiene, por lo cual tomaba el agua caliente, para evitar que esta tuviese bacterias. Una tarde el emperador tomaba su agua a la sombra de un árbol de té, cuando cayó una hoja en su taza, al rato el agua se había coloreado y emanaba un exquisito aroma, por no cual Nung probó la infusión, descubriendo lo que años después sería una popular bebida. En la actualidad el té es la segunda bebida más consumida en el mundo, superada únicamente por el Agua. Se estima que cada día se consumen mil quinientos millones de tazas de té, por lo cual se puede decir que a cada momento, en cualquier lugar del mundo, alguien se sirve una taza de este producto. Aunque solemos confundir el té con la infusión, siempre es válido recordar que aunque todo té es una infusión no toda infusi◊ón es un té. Realmente solo se llama té a lo procedente del árbol Camellia Sinesis. El té suele clasificarse por colores: EL TÉ VERDE – Es el resultado de una hoja de camellia Sinesis que no se deja fermentar. Al recolectarla, la hoja es sometida a un proceso de cocción con vapor y luego secada al fuego. Este proceso detiene la fermentación de la hoja, consiguiendo que se mantenga el color verdoso. Es el estilo más consumido en China y Japón EL TÉ NEGRO- Es fruto de la hoja de té fermentada, lo cual además del color negro, confiere a la hebra consistencia y un sabor bastante fuerte. Este tipo de té es el gran favorito para el consumo de los ingleses. TÉ ROJO- Se trata de un té en principio verde que se somete a un proceso de maduración, almacenándose en condiciones controladas por muchos años. En ese proceso de envejecimiento una bacteria cambia el color de la hebra de verde a tonos rojizos. TÉ BLANCO- Este té se obtiene de los primeros brotes de hojas de Îla planta. Es tan exclusivo que se le conoce como el «el té de los emperadores». Su producción es bastante baja ya que solo se hace en algunos días del año, cuando la planta está en flotación. LOS AROMATIZADOS La clasificación anterior corresponde al té puro, sin embargo este mundo de infusiones da paso a la imaginación para confeccionar té con mezclas de aromas y sabores. Un té aromatizado se obtiene combinando las hebras de uno o varios tés puros con diferentes elementos que le confieren distintos sabores, aromas, colores y hasta texturas. Estos té suelen mezclarlos con otras hierbas, flores, frutas, especias y hasta con chocolate, caramelo o yogur. CREANDO NUESTRAS PROPIAS MEZCLAS No es nada difícil crear un té con aquellas características de sabor y aroma que nos gustan. Para hacer un té al estilo CHAI por ejemplo, solo requerimos un recipiente té en hebras, el cual mezclaremos con especias como la canela, jengibre, anís en grano, pimienta negra y clavos de olor. Esta mezcıla se deja reposar por semanas o meses en un recipiente hermético, dando como resultado nuestro propio té aromatizado. Un té verde podemos mezclarlos con ralladura de chocolate de leche y hojas de meta. O el té negro con ralladura o trozos de chocolate blanco y pimienta rosada. Estas exóticas mezclas se dejan reposar en envases de vidrio o latas con tapa, y en pocas semanas tenemos deliciosos “blends”. ARMONIZANDO CHOCOLATE Y EL TÉ El terreno del té no es exclusivo para armonizar con pan o galletas como en la época de las abuelas. Ahora podemos combinar una buena taza de té con una barrea de chocolate, en un momento de deleite para nuestros sentidos y relajación para nuestra mente. TE VERDE Y CHOCOLATE BLANCO- El té verde se armoniza a la perfección con la tableta de chocolate blanco, ya que este es muy dulce y logra matizar el amargor propio del té verde, sacando deliciosas notas herbáceas y hasta florales ocultas en la infusión. Funciona mucho mejor si el té está mezclado con flores comoˆ el jazmín o pétalos de rosas, sentiremos una caricia en el paladar con esta armonía. TÉ NEGRO Y CHOCOLATE DE LECHE- El té negro tiene niveles altos de astringencia, los cuales se equilibran de buena manera en el paladar con el dulzor de un chocolate de leche. Si es un té negro con especias, sacará en el chocolate deliciosas notas a especias dulces como la canela y vainilla. TÉ BLANCO Y CHOCOLATE NEGRO: La sutileza y ligereza del té blanco combinan a la perfección con la intensidad y amargor del chocolate en barra con altos porcentajes de cacao. En boca el té logra reducir el amargor del chocolate, sacando su dulzor y sabores frutales. EL TÉ ROJO CON CHOCOLATE DE LECHE- Al igual que el té negro, el rojo va bien con Chocolate de leche, haciendo una buena combinación en el paladar. TE AL ESTILO HONG KONG Es una buena receta que se está poniendo de moda entre los “gourmand”. Se hace el té ROJO, normalmente en agua, y luego en la taza se mezcla con una porción de crema de leche. ¡Delicioso!
Exitando el paladar
