Veintiún grupos de ayuda a quienes tienen problemas con la bebida hay en el estado Miranda; dos se ubican en la subregión altomirandina, para ser mas específicos en Los Teques y Montaña Alta donde apoyan a los que luchan por salir de esta devastadora situación que no solo perjudica la salud sino que termina con las relaciones familiares y laborales de quien la padece.
En el marco de los 78 años de la fundación de Alcohólicos Anónimos celebrado este 10 de junio, la psicóloga Yelena Yanes indicó que en Venezuela hay registrados entre 3 y 3,5 millones de alcohólicos, muchos de los cuales comenzaron a consumir bebidas alcohólicas desde temprana edad, incluso antes de iniciar la adolescencia.
El alcohol es la droga más antigua utilizada por el hombre para entonar el ánimo, modificar sus emociones y divertirse relajadamente. Así le sucede al “bebedor social” que sabe cuando parar. Diferente es el panorama del alcohólico que luego de unos años de haberse iniciado en la bebida se convierte en su esclavo y presa de la obsesión diaria de tomarse unos “palitos” a como dé lugar, siendo capaz de empinarse el jarabe para la tos con codeína cuando no tiene acceso a la bebida.
Las estadísticas mundiales indican que el alcoholismo se agudizó a partir de las últimas décadas del siglo XX en todas las naciones de occidente desarrolladas y en desarrollo. En nuestro país es evidente y preocupante el crecimiento del consumo en la población femenina sometida a exigencias estresantes y con creciente acceso a la bebida, y entre los adolescentes.
Según datos del Proyecto Venezuela, 44% de los jóvenes de 13 a 16 años y 61% de los de 17 a 20 abusan del consumo de esta droga legal, lo cual debería ser motivo de desvelo nacional y de la puesta en práctica de programas de prevención.
Señaló la especialista que se ha comprobado una cifra importante de casos y de acuerdo a estadísticas se puede concluir que de cada 10 venezolanos uno es alcohólico.
Se puede considerar alcohólico a un hombre que bebe más de 20 tragos a la semana, mientras que en el caso de las mujeres la medida son 12 tragos a la semana.
Aclaró que el alcoholismo es una enfermedad y solo se puede detener cuando no se bebe; en caso contrario es irreversible e incurable.
Cuando se bebe y no se puede parar las veces que la persona se embriaga en un lapso son signos de alerta; en estos casos se debe considerar buscar ayuda y decidirse a acudir a algunas de las sedes entre la que destaca la de la capital mirandina en la calle Guaicaipuro, edificio Hijos de la Unión, piso 4, al frente de la antigua sede de la Prefectura de Los Teques, donde se reúnen miércoles, jueves y viernes de 7:00 a 9:00pm y los domingos de 3:00 a 5:00 pm.gf
Pola Del giudice Ortiz – [email protected]/@polita26