
Sea del tipo tierno que le encanta decirte “mi chiquitica” así tengas 30 años o del regañón al que parece darle más emoción mientras más amigos te rodeen a la hora de sermonearte, los padres merecen un regalo diferente en su día.
Sin embargo, sea por flojera, falta de creatividad o de dinero, cada año se suele regalar la misma billetera que termina engavetada. Aunque es un presente aceptable no debes caer en esa zona de confort que se traduce en aburrimiento.
Mucho menos debes ser de los hijos que no tienen ni idea de los intereses de su progenitor y terminan dando un regalo que nada tiene que ver con la personalidad del homenajeado.
Para que no te quedes como “pajarito en grama” este domingo, te damos unos tips de los regalos que bajo ninguna circunstancia debes hacer el venidero 16 de junio.
Flores: Por muy sentimental y sensible que sea el jefe de tu casa es poco probable que por voluntad propia vaya a adquirir la mercancía natural; así que ni se te ocurra llegar con un ramo en manos a menos que lo que quieras es provocar las carcajadas de tus hermanos.
Chocolates: Si es comedor de dulces probablemente él se dé sus gusticos diarios, así que no seas pichirre ni te excuses en la frase “pero es que a él le gusta”. Conversa un poco más con tu papá y descubrirás que tiene aficiones que ni imaginabas.
Peluches: Si las dos primeras opciones sonaban cursis ni hablar del impacto que causará en la familia verte llegar con un producto peludo. Una cosa puede ser que tu progenitor deje salir de vez en cuando su niño interior y disfrute de alguna comiquita y otra muy distinta que duerma abrazado a un osito cual adolescente enamorada.
Ropa con talla errada: Si no tienes la más mínima idea si tu papá es S, M, L, XL o 2XL, acude a tus grandes aliadas: tu mamá y/o hermana. Es de muy mal gusto regalar una prenda que quede evidentemente grande o no entre en la anatomía del homenajeado.
Corbatas: Por muy encantadores que se vean los caballeros vistiendo formal, la evidencia indica que lo hacen más por compromiso que por voluntad propia; así que a menos que tu papá sea un coleccionista de esta prenda de vestir, ni voltees a verla en la tienda.
Agendas: Nada más pavoso que una agenda a mitad del año; básicamente se trata de un regalo caducado, a menos que te sientas sumamente generoso y sea digital (si es la última opción debes verificar que el agasajado vea a la tecnología como una aliada y no una enemiga que complica la vida).
Un bolígrafo: No importa que sea la marca más reconocida del planeta, nada más aburrido que este presente que suele ser más común de lo que debería. Además, para qué invertir en un objeto que probablemente deje olvidado en la primera transacción que le toque hacer en el banco.
Herramientas de bolsillo: Si lo más extremo que le has visto usando es su cortauñas, no es precisamente una buena opción llegar con una navaja de las utilizadas por los chicos malos de la película, quienes con el objeto resuelven cuanto obstáculo se les presente.
Ropa interior: Probablemente la gaveta del consentido esté full de interiores, siendo los más viejos y desgastados sus favoritos; así que deja que siga siendo su pareja quien le regale la prenda.
Productos de belleza: Si quien te dio tu carga genética es de los que piensa que mientras más descuidado más macho se es, un cosmético puede resultar un mal chiste.
Reloj: Si quisiera saber la hora ya habría decidido apartar algo de su presupuesto para comprarse el objeto. A menos que haya roto el suyo o esté muy deteriorado, no lo regales.
Libro: Para quien siente pasión por la lectura le parecerá el mejor regalo del mundo; en el caso contrario no puede sino ser la cosa más aburrida. Así que primero verifica los gustos de tu papa. En caso de ser la opción A igualmente debes evaluar cuál es el género y autor de su preferencia; hay muchos lectores asiduos de literatura pero odian los temas de autoayuda que de un tiempo para acá abundan en el mercado.
Johana Rodríguez- [email protected]/@michellejrl