Madre asegura que oficiales del Cicpc mataron a su hijo

 *La denunciante indicó que a su vivienda ingresaron como 30 policías, su hijo levantó los brazos y le dispararon. Luego le “sembraron”, dos armas de fuego para argumentar que se trató de un enfrentamiento

“Mi hijo era inocente, estuvo acosado por el CICPC durante dos meses, hasta que el pasado martes, sin orden de allanamiento, sin presencia de fiscales del Ministerio Público, ingresaron a mi casa y me lo ultimaron”. Así lo dijo entre sollozos, con los ojo enrojecidos, la señoras Aracelys Sánchez, madre de Darwilson Aramis Sequera Sánchez, de 20 años de edad, quien recibió tres tiros: dos en la región pectoral y otro en la región abdominal.
En la medicatura forense, la señora Sánchez,  indicó que el suceso ocurrió a eso de las 9:30 de la mañana, cuando en su casa, ubicada  en la Calle 16 Bis, callejón Ochoa de los Jardines de El Valle,  se presentaron funcionarios del CICPC.
En el interior de la casa estaban los tres hijos de Aracelys, todo en la sala, por cuanto los cuartos están en reparación.
“Eran como 30 policías, algunos se montaron en el techo de la casa, escalaron por el poste del alumbrado público  y pretendían derrumbar la puerta si no le abría. Mi hijo Darwilson levanto los brazos, y fuimos testigos cuando le efectuaron los tres disparos. Lo sacaron de la casa y no me informaron para donde se lo llevaban. Posteriormente me enteré que ingresó al Hospital de Coche, muerto”.
Dijo que la víctima había logrado cupo en la UCV y comenzaría a estudiar ingeniería mecánica. Era el segundo de sus tres hijos. También fueron testigos del hecho, el hijo   mayor,  de 22 años de edad, cursante de los últimos años de ingeniera de sistema, en el IUTA, que intentó evitar que mataran a su hermano y fue sometido, golpeado en la cabeza y lo colocaron en el piso donde un funcionario le puso el pie en la cabeza y le dijo: “Te quedas quieto o te vuelo la tapa de los sesos”, indicó la llorosa mujer.
La señora Sánchez,  presume que todo se inició porque una mujer, que tienen relación con un funcionario del Cicpc, residente en el sector, le comentó algo de mi hijo. Desconozco que fue lo que pasó, pero desde el pasado mes de abril, comenzó nuestro calvario. El sujeto lo amenazó de muerte, en una oportunidad allanó mi casa y eso me obligó a denunciar el caso en el Ministerio Público”,
Aseguró que su hijo no estaba metido en problemas, que mientras esperaba el cupo en la universidad  laboraba en un taller mecánico. Dijo que presuntamente su hijo tuvo una relación con la amiga de la mujer del funcionario.
“Era tanto el acoso, que comenzaron a circular en el barrio, por voz del CICPC  que mi hijo era miembro de una banda delictiva conocida como Masacre. También dijeron que estaba involucrado en la muerte de un hijo de la mujer del funcionario”.

AA

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