“El día del padre para mí es una cosa fabulosa, no solamente porque soy hijo, sino porque mi padre está vivo, y yo estoy muy feliz de haber aprendido mucho de él y que él se sienta orgulloso de mí, me lo dice constantemente, yo como un padre, mejor dicho como un padrote, porque tengo siete hijos, me siento muy contento, porque dar vida es maravilloso. Uno no deja de ser padre aunque los hijos sean grandes, eso me lo ha enseñado y demostrado mi papá, que lo sigue siendo permanentemente, y ese ejemplo yo quiero seguirlo con mis hijos, no importa la edad que ellos tengan, el tamaño que tengan, que me hayan hecho abuelo, que sean padres también, uno es padre hasta que el mundo se acaba , hasta que la vida se termina.
Es un cariño que no hay palabras, para definirlo; un amor tan grande. Yo me siento muy contento el Día del Padre, recibo muchos regalos espirituales que son, ese cariño y orgullo que ellos sienten por mí, entonces esa manera de manifestarlo es el obsequio más grande que a uno le pueden brindar como hijo y padre.- expresó el comediante Wilmer Ramírez, al consultársele qué significaba a su jucio, celebrar junto a sus hijos una fecha especial como lo es el Día del Padre-.
¿Cuál es el balance de tu experiencia en este rol tan vital, en una familia?
Lo que puedo decir es que los hijos no vienen con un instructivo, uno no está preparado para ser padre hasta que no lo ejerce, no sabe si es competente para ello o no. Pero los errores te enseñan, las cosas buenas te brindan una satisfacción, para seguir adelante. Como padre se desarrolla en uno, un sentido de responsabilidad extraordinario y un deseo de protección lo que uno siente por los hijos. Es cierto eso que dicen por ahí que se está dispuesto a dar la vida por un hijo.
¿Qué mensaje puedes brindar a los padres?
Que le presten atención a sus hijos, no importa que vivamos en una sociedad convulsionada, en el sentido de que hay muchos divorcios. Uno se divorcia de las parejas, lamentablemente, más no se debe divorciar de los hijos. Debemos inculcarle valores y principios que sean muy fuertes, porque la relación familiar es lo que hace que realmente tengamos una mejor sociedad y un mejor país, entonces la dedicación que le pongamos a la crianza de ellos, se va a revertir en buenos principios, cuando tomemos conciencia de que todo empieza en la familia, en el amor y la atención que le dispensemos a nuestros hijos.