El inicialista dominicano Albert Pujols recuerda sus grandes años con los Cardenales de San Luis, pero en la serie que arrancó este martes sólo piensa en ayudar a su equipo actual
Albert Pujols compartirá con viejos amigos, se llenará el Angel Stadium y los fanáticos de Grandes Ligas verán con interés el reencuentro entre el mejor pelotero de toda una generación y la franquicia que levantó prácticamente solo.
Sin embargo, otro tema a seguir es el hecho de que después de la partida del dominicano de los Cardenales a los Angelinos, el primero ha sabido seguir ganando mientras el segundo ha batallado para subir en las posiciones.
En ocasión de la serie que se juega desde este martes entre Cardenales y Angelinos, todos verán al mismo Pujols de siempre en muchos sentidos.
Pero los números del dominicano-promedio de .250 y OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .752, empatado en el 86to lugar de Grandes Ligas-son irreconocibles, principalmente por los dolores (fasciitis plantar) en el pie izquierdo y la hichazón ocasional en la rodilla derecha.
El gerente general de los Angelinos, Jerry Dipoto, lo ve diferente.
«La mayoría de los peloteros hubiera estado mucho tiempo en la lista de lesionados, pero él continúa luchando», dijo el ejecutivo acerca del dominicano, quien ha iniciado 49 de sus 80 partidos este año como designado. «Él halla la manera, sin importar qué le duele en determinado momento”.
A Pujols, de 33 años, no le gusta hablar de sus molestias físicas ni de la serie contra los Cardenales y la forma en que salió del equipo de San Luis.
«Vamos a hablar de nuestro equipo», dijo el dominicano el domingo. «Han pasado dos años ya, así que no tenemos que hablar de eso…escribe sobre cómo venimos jugando y la serie que se aproxima, no cómo me siento con San Luis. De eso no se trata esto”.
Pero durante estos días sí lo será, porque por primera vez desde que cambió de equipo, Pujols se medirá a los Cardenales. El dominicano ganó tres premios al Jugador Más Valioso con San Luis, dio 445 jonrones y bateó .328 con porcentaje de embasarse de .420 y slugging de .617.
Pujols quiere seguir adelante, pero es difícil separarse uno de esa clase de éxitos.
«Todavía los sigo de cerca», dijo Pujols al referirse a los Cardenales. «Soy muy amigo de casi la mitad de los muchachos. Tuvimos muchos éxitos con ellos. Ahora es hora de darle vuelta a la página y traer para acá los éxitos que tuve allí”.
Mientras los Angelinos luchan por meterse en la pelea, los Cardenales tienen 17 juegos por encima de .500 y ahora mismo ocupan el primero de los dos comodines en la Liga Nacional.
Pujols podría merecer cierto reconocimiento por eso.
«Creo que causó un gran impacto en muchos peloteros», dijo el manager de San Luis, Mike Matheny.
«Él es familia para mí», dijo el receptor de los Cardenales, el boricua Yadier Molina. «Mucha gente no conoce a Pujols. Tiene un gran corazón y es un gran ser humano. Trata de ayudar a todo el mundo. Estoy contento de tenerlo en mi vida porque me ayudó mucho”.
La estadía de Pujols en San Luis terminó con un segundo título de la Serie Mundial, pero la separación no fue necesariamente amigable. El toletero se sintió irrespetado por la forma en que las negociaciones se dieron en el invierno 2011-12 y, aunque no lo habla públicamente, queda algo de amargura.
Pero de cualquier forma, la oficina central de su fundación continúa en San Luis, donde también tiene su casa. Y su agradecimiento con los Cardenales siempre está presente.
«Ellos básicamente me criaron y me llevaron a ser quien soy yo hoy en día», dijo Pujols. «Estoy bendecido y agradecido por los fans y la organización de los Cardenales, desde el muchacho que maneja el clubhouse hasta el que limpia nuestros zapatos y los trainers. Son recuerdos que se quedan con uno.
«Obviamente se portaron de maravilla conmigo durante 11 años y me mantengo en contacto con ellos, pero era hora de seguir adelante”.
Con lo que tienen
Los Angelinos ganaron cada uno de los seis partidos de su última gira, despachando a un equipo élite (Tigres) y otro de no tanta calidad (Astros).
Vale notar que con esta buena racha, los Angelinos aún no salen del abismo en el que se han encontrado en la primera mitad de esta temporada, ya que antes de la acción de este martes estaban a nueve juegos de la cima en la División Oeste de la Liga Americana y a siete y medio juegos de uno de los comodines en el joven circuito. Pero un trecho de esta clase es bueno para el ánimo, incluso si no se nota mucho en la tabla de posiciones.
Sin dudas los Angelinos tienen mucho camino por recorrer si pretenden no perderse la postemporada por cuarto año consecutivo y por segunda vez desde que el dueño Arte Moreno comenzó a firmarles los cheques a jugadores de alto perfil. Los Angelinos están a mucha distancia de lo que muchos esperaban y tampoco ayuda el paso a la lista de incapacitados del serpentinero Jason Vargas (coágulo de sangre en la axila), al abridor Tommy Hanson (desgarre en el antebrazo derecho ) y el jardinero Peter Bourjos (fractura en la muñeca derecha).
Pero los Angelinos no tienen otra alternativa que hundirse con el barco o esperar que sus deseos de conseguir el Comodín resulten a su favor en la segunda mitad de la temporada.
«No somos compradores ni vendedores en el mercado de cambios», declaró el gerente general del equipo, Jerry Dipoto. «Somos un equipo que simplemente trata de ganar un juego en el día de hoy».
Los Angelinos, y por mucho, están obligados a seguir marchando con lo que tienen. Se colocaron en una indeseable posición de hacer sorprendentes compromisos con el dominicano Albert Pujols y Josh Hamilton, quienes no han dado los resultados que el club esperaba.
Es por las puras capacidades y puros deseos de ganar que Pujols se mantiene como un buen -y en ocasiones de la élite- productor de carreras, pese a que su dolencia en el pie izquierdo lo ha limitado en mayor parte a ser bateador designado. Eso es un punto positivo que Dipoto rápidamente subraya.
«Aunque muchos han criticado lo que Albert ha hecho con los Angelinos, ha sido un fantástico jugador», expresó Dipoto. «Ha conectado más de 40 cuadrangulares desde el día inaugural del año pasado y se encuentra entre los mejores en cuanto a carreras producidas se refieren. Y lo ha hecho con las limitaciones físicas que ni él esperaba».
Es cierto, pero aquellas limitaciones son más comunes cuando un jugador de la edad de Albert trata de aguantar el desgaste de 162 partidos. Dicha realidad ha hecho que haya sido una caída precipitosa de los niveles acostumbrados del dominicano, con más de ocho años restantes en su contrato.
¿Y Hamilton?
Josh Hamilton desapareció por completo luego de firmar un contrato de cinco años y US$125 millones en diciembre pasado, justificando las preocupaciones que surgieron luego de su extraña y lamentable segunda mitad en el 2012. Pero esta última gira fue la cura para lo que lo ha debilitado, tras batear el jardinero .429 con 1.090 de OPS en seis partidos, aparentemente favorecido por el descanso mental que tuvo antes.
«Hemos intentado varias cosas con Josh», dijo el mánager de los Angelinos, Mike Scioscia. «Suspendimos sus actividades por cuatro días para que recargara energías, y seguiremos trabajando con él para que se sienta cómodo».
Dipoto lleva en su cargo desde el 2011 y es bastante respetado en la industria, pero su intento de reponer la rotación con un presupuesto limitado no ha dado resultados. Scioscia tiene una seguridad contractual poco común para un manager, con un pacto de US$5 millones por año hasta el 2018. Pero éste ya no es un conjunto construido con el molde enfocado en el pitcheo que los llevó a la postemporada en el pasado, y por eso existe algo de incertidumbre en su situación.
«Si es despedido a las 3 pm», indicó el exguardabosque de los Angelinos, Torii Hunter, «tendrá otro puesto a las 5 pm».
Es el futuro inmediato de los Angelinos que genera mayor intriga. La situación del equipo en el 2013 está lejos de lo ideal, pero ya no pueden dar marcha atrás; posiblemente esta racha de seis victorias sea el comienzo de su resurgimiento.
Alden González
mlb.com