Irak está inmerso en una grave crisis política y de seguridad, agudizada por las protestas de la minoría suní contra el gobierno del primer ministro, el chií Nuri al Maliki
BAGDAD. Al menos siete personas murieron ayer y otras ocho resultaron heridas en varios ataques en el norte de Irak, la mayoría contra miembros de las fuerzas del orden, informó una fuente policial.
Tres escoltas de un responsable de la Policía en el pueblo de Hamam al Alil, 25 kilómetros al sur de Mosul, capital de la provincia septentrional de Nínive, fallecieron por el estallido de un artefacto al paso de su convoy. El oficial salió ileso en el ataque.
En esa misma localidad, un concejal del ayuntamiento, Mohamed Abid Sultán, y su hijo perdieron la vida por la detonación de tres bombas en su granja, que también causaron heridas a dos parientes suyos.
Además, dos soldados perecieron y otros tres resultaron heridos en un ataque armado contra su patrulla en una carretera al oeste de Tikrit, 170 kilómetros al norte de Bagdad.
Por otro lado, el jefe de la Policía de la provincia de Nínive, general Jaled al Hamdani, escapó de un intento de asesinato en la población de Hadra, 80 kilómetros al suroeste de Mosul.
Tres de sus guardaespaldas sufrieron heridas en el atentado, perpetrado con un artefacto que estalló al paso de su convoy.
Irak está inmerso en una grave crisis política y de seguridad, agudizada por las protestas de la minoría suní contra el gobierno del primer ministro, el chií Nuri al Maliki, al considerar que las provincias suníes son discriminadas.
Agencias
