
LOS ANGELES, (Especial). La reputación de Kim Kardashian ha sufrido un duro golpe en el último programa del «reality show» que protagoniza junto a sus hermanas «Keeping up with the Kardasian». Acostumbrada a verla en excitantes modelos de lenceria antes de su maternidad, de repente, Kim ha lucido una enorme faja para embarazadas.
Las hermanas Kardashian han creado su imperio basándose en su propia imagen. Así, por ejemplo, Kim ha conseguido poner a sus pies a cualquier hombre y sobre todo, mucha popularidad.
Durante el último episodio de este relity, Kim insistió en que esa faja «era como pantalones de ciclista pero en color carne», sobre todo cuando el novio de su hermana Kourtney, Scott Disick, le espetó que su «voluptuoso cuerpo de embarazada no debería vestir unos pantalones de ciclista en público»
La propia Kim Kardashian siempre ha estado orgullosa de sus curvas. Es más, quiso dejar claro que no iba a adelgazar pese a las sugerencias de su cuñado. «Esa no soy yo», llegó a decir.
Además, el volumen de sus pechos también ha sido motivo de polémica en el show. Scott ha asegurado que le estaban creciendo mucho y que podrían llegar a resultar muy incómodos. Los comentarios de Scott han provocado más problemas en Kourtney que en Kim. Su novia se ha mostrado muy celosa de la relación que su hermana tiene con él. »Solo intento ayudar, estoy aquí para cualquier persona de esta familia», añadió el modelo.
La escena de celos no acaba ahí. Kourtney admitió que el origen de su frustración es que él nunca quiere hacer nada por ella, y que tampoco la ayudó cuando estuvo embarazada de su segundo hijo. «Definitivamente soy un poco culpable. Quizás he ayudado demasiado a Kim» confesó Scott a Kourtney. «Ahora quiero ayudar mucho más de lo que lo hice contigo la segunda vez», añadía mientras se sinceraba con su novia. Tras la reconciliación, la pareja superó los celos y la hermana de Kim agradeció sinceramente todo lo que Scott hizo por su hermana porque «es algo de lo que tengo que estar agradecida».
Agencias