Céspedes en la cima

wAmerican League's Yoenis Cespedes, of the Oakland Athletics, poses with a trophy and--AP Photo-Matt SlocumEl toletero cubano superó contundentemente a todos sus rivales en el Derby de Jonrones de las grandes ligas

Estela Milanés no podía estar más orgullosa. Su hijo se acababa de coronar rey del jonrón en el Citi Field y ella estaba allí, con varios miembros de su familia, para presenciarlo.
«Estaba bien emocionada, pensé que me iba a dar algo», dijo a @lasmayores.com la exjugadora de softbol de Cuba y madre del pelotero de los Atléticos de Oakland, que acababa de imponerse de una manera simple y llanamente espectacular en la competencia que es antesala al Juego de las Estrellas.
Céspedes no solamente ganó la competencia. Hizo trizas de sus rivales, entre quiene se contaba Chris Davis, primera base de los Orioles de Baltimore, que disparó tantos como 37 cuadrangulares en la primera mitad simbólica de la campaña, para igualar una marca de Reggie Jackson de más vuelacercas en un lapso similar en la Liga Americana.
El jardinero izquierdo de los Atléticos se fue para la calle en 17 ocasiones en la primera ronda. Disparó un total de 23 cuadrangulares en las dos primeras fases de la justa para darle la corona al equipo de la Liga Americana y nueve en la final para superar a Bryce Harper, de los Nacionales de Washington, que pegó ocho en la ronda decisiva.
«Me dijeron que este estadio es difícil, pero no más que el de Oakland», manifestó Céspedes, cuyo lanzador de práctica fue Mike Gallego, coach de tercera base de los Atléticos. «Si lo hago en Oakland, ¿por qué no aquí?»
Sus compañeros de los Atléticos estaban seguros de que Céspedes, que intervino en cinco Concursos de Jonrones en Cuba y ganó uno, se impondría claramente porque son testigos a diario de los despliegues de su poder en las prácticas previas a cada juego en Oakland.
«Agradezco por la invitación (al capitán del equipo de jonrones de la Liga Americana, el dominicano Robinson Canó, segunda base de los Yankees de Nueva York) y me siento bien contento porque tuve la oportunidad de ganar», proclamó Céspedes, sentado detrás del hermoso trofeo del evento patrocinado por Chevrolet. «Después de los primeros cinco swings me sentía bien y por eso pude poner ese ‘show’ en la primera ronda».
El poderoso bateador derecho informó que no se sintió nervioso por la amplia concurrencia de 43,558 aficionados en el Citi Field porque en Cuba se acostumbró a concursar frente a llenos de unos 30 a 32 mil espectadores.
La pregunta sobre su paisano Yasiel Puig, Jugador del Mes de la Liga Nacional en junio pasado con los Dodgers de Los Angeles, no podía faltar. Céspedes la contestó con franqueza, pero a la vez con respeto para con su paisano.
«Sin faltarle el respeto, porque es un tremendo pelotero, no creo que él tenía chance de ganarme», enfatizó Céspedes. «Lo conozco de Cuba y no daba tantos jonrones en una práctica de bateo».
Pese a la grandeza del triunfo alcanzado, Céspedes no considera que el Derby de Jonrones ha sido su principal logro como pelotero. En este sentido, opinó que su máximo éxito ha sido integrar la selección de todos estrellas como jardinero central del Clásico Mundial en el que participaron muchos peloteros de las Grandes Ligas.
Los números sumados por Céspedes fueron escalofriantes. Sus 32 jonrones promediaron 405 pies.
De paso es el segundo pelotero de los Atléticos que se impone y primero desde Mark McGwire en 1992.
Con su victoria, son siete los ganadores latinoamericanos en las 10 ediciones más recientes de la justa y es el primer pelotero no participante en el Juego de las Estrellas que obtiene el trofeo del poder.
Sus 32 jonrones lo igualan en el tercer lugar de todos los tiempos para un Derby, tras Ortiz y Canó, que lo hicieron en 2010 y 2011, respectivamente.
Sobre si hubiera seguido compitiendo de saber que estaba cerca de un récord absoluto respondió con una palabra clara y contundente: «Sí».
Y su mamá estaba de lo más contenta. «Como hijo, desde pequeño ha sido un hijo muy maravilloso, familiar y cariñoso», dijo la señora Milanés. «Lo admiro mucho como pelotero, nos ayudamos mucho el uno al otro».
A Céspedes le hubiera encantado estar en el banco de la Liga Americana para apoyar a sus compañeros en el Juego de Estrellas, pero ya tenía contraído un compromiso familiar en Miami y tuvo que salir rápidamente del Citi Field para el viaje respectivo a la capital del Sol.

Un paseo de salud
Yoenis Céspedes se convirtió el lunes en el primer artillero que se proclama campeón del derby de jonrones sin estar convocado para el Juego de Estrellas.
El toletero cubano de los Atléticos de Oakland doblegó 9-8 a Bryce Harper en la ronda final.
En el Citi Field de Nueva York, que es considerado como uno de los estadios más difíciles para disparar jonrones en las Grandes Ligas, Céspedes conectó el batazo decisivo cuando aún le sobraban cinco turnos.
«Después de la primera ronda entré en un buen ritmo», dijo Céspedes, quien cumple apenas su segunda temporada en las mayores.
Céspedes soltó el bate y levantó el brazo tras sacudir su 32do jonrón de la noche, una batazo que viajó 455 pies a lo profundo del jardín central.
Última selección del capitán Robinson Canó, el cubano se presentó al derby como el cuarto pelotero en participar sin tener convocatoria al Juego de Estrellas que se disputa al día siguiente.
«Esto representa mucho», dijo Céspedes. «Gracias a las personas que tuvieron confianza en mí, principalmente a mi familia. Esto me motiva para que las cosas me sigan saliendo mejor».
De 27 años, Céspedes ha tenido una irregular segunda campaña, con un promedio al bate de .225 con 15 jonrones. Pero nadie duda de su clase.
De entrada, Céspedes demostró que Canó no se equivocó con un extraordinario despliegue frente a su familiares en las tribunas. Totalizó unos impresionantes 17 jonrones en la primera ronda, muy por encima de lo que los otros lograron en las primeras dos vueltas por el plato.
Eso lo catapultó directo a la última ronda, aunque añadió otros seis palos enormes en la segunda ronda.
Varios de los que conectó al inicio fueron también espectaculares.
Céspedes depositó media docena de pelotas en el nivel más alto del bosque izquierdo, donde nadie pudo mandar un batazo durante el torneo. También estrelló otro par de batazos cerca de las ventanas de un restaurante situado en el rincón inferior.
Harper, de 20 años, lució unos spikes dorados y tuvo a su padre como lanzador. Bateó ocho jonrones en todas las tres rondas. Pero el fenómeno de los Nacionales de Washington no pudo con el poder del cubano.
Céspedes y Harper (Washington) fueron los finalistas tras superar en la segunda ronda a Michael Cuddyear (Colorado) y Chris Davis (Baltimore), éste último el líder de las mayores con 37 jonrones. Davis empató el récord de Reggie Jackson (1969) en la Liga Americana de más jonrones previo a la pausa del Juego de Estrellas.

Manolo Hernández Douen
lasmayores.com

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