Para Mary Mogollón, presidenta de la Comisión Metropolitana contra el Uso Ilícito de las Drogas (Comecuid), el inicio de las vacaciones escolares y consecuentemente la habilitación de los planes vacacionales, obliga desde ya, tal cual como lo han venido realizando en estos últimos 4 años de gestión, a recomendar, alertar y señalar algunos aspectos que tienen que ver con su desarrollo y puesta en escena.
En primer término, toman como referencia las recomendaciones que desde los niveles internacionales han señalado desde la Unesco, hasta ONG, fundaciones, consorcios, asociaciones civiles, con larga data y experiencia, en el abordaje del diseño e implementación de los planes vacacionales, así como de especialistas: psicólogos, sociólogos, pediatras, (médicos especialistas en medicina de los adolescentes), educadores, recreadores, especialistas en prevención integral y expertos en esparcimiento.
En Venezuela, dos organizaciones tienen más de 10 años aportando parámetros sobre el particular. La primera de ellas, Cecodap, con Oscar Misle a la cabeza, y la Cátedra Libre Antidrogas (CLIAD), del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), adscrito a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), a través de su coordinador general Hernán Matute Brouzés, que ya iniciaron desde la semana pasada sus llamados de alerta, recomendaciones y sugerencias que han sido registradas en los medios de comunicación social.
A tal efecto, desde Comecuid se solidarizan e incorporan a la difusión, colaboración de una serie de acciones que deben coadyuvar a la puesta en escena de unos planes vacacionales con contenido pedagógico-educativo, que le darán valor agregado a los juegos, diversiones, entretenimiento y a las actividades de recreación, optimizando sus resultados.
-Los planes vacacionales deben estar bien estructurados, con diseño integral, perfectible en su desarrollo y con una articulación entre actividades y días. No son cortes secos, sino eslabones interconectados y con progresividad en las metas y logros. Deben armarse bajo un esquema que permita aprendizajes significativos no escolares (convencionales) con hilos conductores basados en valores y en habilidades para la vida a través del juego, diversión, entretenimiento, recreación y/o deporte.
Mogollón agregó que deben reforzarse los hábitos de higiene, salud, alimenticios, así como la socialización, asertividad, y la comunicación en todo su espectro; a la vez que destacó que está prohibido el manejo de las actividades y de sus exigencias, bajo esquemas militares, o de tropa, o de competencia extrema, ni bajo la óptica de una patrulla de scout.
-Las actividades deben ser flexibles, permeables, divertidas, integrales, democráticas, plurales, consensuadas en lo posible con los propios niños y adolescentes. No está permitido, la incorporación de cantos políticos-ideológicos-
La entrevistada agregó que los padres deben investigar la trayectoria de las organizaciones que ofrecen dichos planes y poseer toda la debida información sobre la misma; y refirió que los recreadores deben estar entrenados, por lo que preferiblemente deben ser educadores o estudiantes de educación, o en su defecto con “habilitación docente”.
Los organizadores y recreadores deben estar atentos para que el bullying o acoso no tome lo espacios del plan vacacional y recordó que hay que estar atentos a todas las medidas de seguridad. «La vida, la salud y la seguridad de los niños y adolescentes en espacios abiertos y relajados, sin la presencia de maestros-profesores ni de los padres o representantes, debe y tiene que ser, superior, integral, más profunda, de mayor espectro y radio (Prevención 360º)».
Finalmente, Mogollón refirió que es importante solicitar por escrito las responsabilidades que asumen los organizadores de planes y campamentos vacacionales, así como lo que ofrecen, exigiéndoles mucho más que las simples actividades (en rosario) ofertadas, la mayoría de las veces sin contenido transformacional educativo-pedagógico.